Foro alfarista destacó retomar las luchas obreras en Guayaquil
Durante la tarde y noche de este lunes se realizó el foro Guayaquil Rebelde en el piso 20 del edificio de La Previsora donde se expusieron tres ponencias que abordaron las luchas históricas de la clase proletaria guayaquileña en relación al acceso al sistema educativo, al hábitat y a las adversas condiciones de comercializar productos a causa de una policía metropolitana deshumanizada y represiva. Al acto asistieron la Alianza Bolivariana Alfarista y el Frente Juvenil del Sur, organizaciones afines al movimiento Alianza PAIS.
La presentación memoró el desembarco de Eloy Alfaro en Guayaquil -procedente de Panamá- un día como hoy en 1895 dando inicio a la Revolución Liberal.
Emily Vera, becaria y dirigente estudiantil, tomó de referencia en su intervención la Reforma Universitaria ocurrida en Argentina en 1918 que buscaba una educación gratuita contra la visión de aquella época de la Universidad de Córdoba que defendía un enfoque clasista y elitista; ante esto, la juventud protestante cuestionó el papel del cuerpo docente, el cual era elegido sin la suficiencia de condiciones académicas.
Vera hizo una analogía explicativa con el sistema educativo clasista que dominaba antes de la Revolución Ciudadana y que provocó que tan solo 2 de cada 10 bachilleres quisieran ir a la Universidad. En contraste con la actualidad, 7 de cada 10 que ingresan a una institución de estudios superiores son la primera generación de su familia en hacerlo. Asimismo, puntualizó que antes la deserción era de 6 puntos, la cual ahora se ubica en 2.
Propuso la necesidad de que exista "un nuevo proyecto pedagógico que cuestione no solo los contenidos, sino también la estructura jerárquica, elitista y burocrática que gobierna los estudios académicos, los claustros medievales, las normas de producción y los presupuestos".
Criticó "la falsa bandera tramposa llamada profesionalismo en la cual se les ha vendido en el mercado a nuestros jóvenes bachilleres un culto mediocre del especialista, en ser producido en el apoliticismo". Así también, embistió contra la malla curricular que piensa en el mercado y no en la sociedad, produciendo seres que reproducen la explotación capitalista.
Por su parte, el analista Tomás Noboa, luego de contextualizar el desarrollo migratorio y habitacional de Guayaquil manifestó que las distintas alcaldías no atendieron la demanda de vivienda social con planes amplios y pertinentes, sino hasta que su población organizada militó el reclamo de sus derechos: primero a la tierra y luego a servicios elementales.
Noboa, basó su crítica sustentándose en el artículo 54 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización donde se insta a construir vivienda de interés social. "El Municipio actual apenas inició en 2008 y 2010 los programas Mi Lote y Mucho Lote, pero fue debut y despedida. No han hecho más programas".
Describió que históricamente los barrios de Mapasingue, Guasmo, Trinitaria y Prosperina tardaron entre 25 y 40 años en tener servicios básicos y que actualmente en el noroeste de la ciudad esta problemática aún persiste. Detalló que existe un 40% de déficit habitacional en la urbe porteña, por lo que se vuelve necesario retomar la lucha de la clase marginada en el cantón guayasense.
Finalmente, la asambleísta de PAIS Amanda Arboleda, puntualizó que la lucha de las personas que laboran informalmente necesita una nueva interpretación o construcción de significancia en el espacio público de la ciudad donde se debe priorizar el derecho al trabajo. (I)
