El embajador en España respira aliviado. Cristóbal Roldán habla sobre una de las noticias más anheladas por los ecuatorianos. Tras años de trabajo, la Comisión Europea de Migraciones ya tiene la petición de España para que se elimine la visa de entrada de manera definitiva.

Habrá que esperar su entrada en vigor, pero el paso difícil está dado. Que la cuarta economía europea se sume a la demanda de Ecuador es señal de que la puerta de Schengen se abre.

El presidente español, Mariano Rajoy; y el rey Felipe VI se comprometieron a trabajar en el seno de la UE para eliminar los visados de entrada en Europa a los ecuatorianos. ¿Qué avances se han producido?
La principal encomienda del presidente (Lenín) Moreno fue el apoyo irrestricto al migrante. Y uno de los temas fue gestionar con las autoridades españolas la eliminación del visado Schengen. Con el secretario de Estado para Iberoamérica, Fernando García Casas, me reuní el 4 de enero; y con el director general para Iberoamérica, Antonio Pérez Hernández.

El Presidente lo hizo con el Rey y con el titular del Gobierno de España. El resultado acaba de llegar. El lunes 29 de enero, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, envió al comisario de migración de la UE el pedido para la eliminación del visado Schengen.

¿Cuándo se hace efectivo?
Lo logrado es el primer paso obligatorio. Que un país de la UE pida su eliminación en la Comisión. Ahora y siguiendo una orden de la canciller María Fernanda Espinosa, los embajadores acreditados en países europeos gestionaremos de manera coordinada para eliminar el visado en el menor plazo posible.

Otra inquietud es la consulta. Usted, en una gira por España, se ha reunido con todos los colectivos. ¿Qué opinan?
Les he pedido que ejerzan su derecho en libertad y paz. Mi aspiración es que la sensatez sea el mejor consejero en el ejercicio democrático. Estaré con ellos las veces que sean necesarias.

Con la juventud, para contribuir a que se conviertan en actores del progreso de la sociedad. Con los padres, para que tengan más posibilidades de empleo. Con las madres, para que tengan una vivienda digna. La encomienda del Presidente es trabajar por las clases más vulnerables y en ello focalizo mi esfuerzo.

Una cuestión que preocupa a la comunidad ecuatoriana es la Ley de Plusvalías. Temen que si se deroga se repita el drama especulativo que asoló a España. ¿Cuál es su opinión?
El espíritu para el que se creó la ley se distorsionó y provocó el crecimiento del desempleo. Eso pretende combatir el presidente Lenín Moreno. Y lo está consiguiendo con 126.000 nuevos trabajos en apenas ocho meses de gobierno. Tenemos que reinsertar al desempleado. Si reactivamos el sector de la construcción aumentará el empleo en Ecuador.

En aquel ferrocarril del desarrollo en marcha hace unas décadas, quien llevaba el mando de la locomotora era el Presidente y el sector administrativo. Ahora se suma otro vagón, que es el sector productivo y la masa laboral ahora en el desempleo.

¿Mantiene el asesoramiento a los migrantes que sufrieron los desahucios en España?
Sin duda. Estoy en contacto con el grupo de abogados y especialistas que conocen el impacto en nuestros migrantes residentes en España. Esta semana hemos parado tres posibilidades de desahucios. Queremos hacer una medición que nos evidencie el mayor nudo crítico que tuvo el ecuatoriano afectado por la hipoteca y encontrar las posibles soluciones.

La dación de pago no es la solución. Fue algo excepcional pero condenamos que esos ahorros se vayan a un dique seco. Tampoco aceptaremos que una deuda en España se ejecute en Ecuador. (I)