El caso Balda abre otro frente dentro de la Asamblea Nacional
Esteban Bernal
Asambleísta de CREO
Foto: Carina Acosta / El Telégrafo
La denuncia del legislador azuayo Esteban Bernal encausó el primer proceso de investigación contra un asambleísta en este período. Su pedido fue aprobado por el Consejo de la Legislatura y se conformará una comisión para indagar la visita de Sofía Espín a la policía y testigo protegida Diana F.
Bernal también impulsó una resolución para cuestionar las acciones de Espín, que obtuvo el apoyo de 73 legisladores el jueves pasado.
¿Por qué tomó la decisión de liderar la denuncia en contra de la asambleísta de Revolución Ciudadana, Sofía Espín?
Existen hechos que deben ser aclarados en la Asamblea. Hechos de carácter individual que generan un impacto en el ámbito colectivo como institución. Había la necesidad de tomar una decisión valiente de presentar una denuncia juramentada. Lo hemos hecho ante la autoridad competente cumpliendo los requisitos para investigar estos hechos que son públicos.
La asambleísta Espín dice que hubo otros legisladores que también visitaron a personas privadas de libertad, ¿por qué no tomó la misma decisión?
Hay particularidades que no lo digo yo, sino la propia agente Diana F., a través de su abogado Diego Chimbo. Ella dice que habría sido presionada para cambiar su versión a cambio de ofrecerle protección en la ONU y un asilo en Bélgica. A esto hay que sumar que aseguró que le pidieron que acusara al Fiscal de torturarla sicológicamente para que entregara su versión.
Son hechos gravísimos y que son dichos por una persona que recibió una visita normal. Y la duda aumenta luego de que el Ministerio de Justicia manifestó que esa visita, a más de la respuesta de Diana F., fue irregular, rompiendo los protocolos y procedimientos.
En el juicio a Fernando Balda hubo un acontecimiento que llamó la atención y fue que el asesor presidencial Santiago Cuesta habló con el abogado del exsecretario de Inteligencia, Pablo Romero. ¿No le parece un caso similar?
Me pronuncié inmediatamente en redes sociales rechazando esa visita. Al señor Cuesta le voy a pedir información pertinente sobre esa reunión, pero hay que diferenciar, nosotros los asambleístas estamos llamados a precautelar la independencia de la justicia y dar cumplimiento a la ley.
Cuesta no es asambleísta, la señora Espín, sí es y estamos enmarcados en un proceso de investigación que es respaldado en la Ley Orgánica de la Función Judicial.
Su resolución ganó por mayoría, ¿pero no le sorprendió que tantos legisladores se abstuvieron de votar?
73 votos es un respaldo significativo. Las abstenciones en parte me llamaron la atención. He dicho y he hecho un pronunciamiento desde antes, que es penoso que Alianza PAIS siga dividiéndose entre quienes quieren combatir la corrupción, los improperios, las actitudes antiéticas y entre quienes, no.
Obviamente eso se reflejó en su votación. Aquí nadie estaba imputando delito ni acusando, pedíamos una investigación sobre hechos públicos. Sobre una incompatible visita de una asambleísta con su cargo.
¿Por qué es incompatible?
Ella podrá visitar a quien quiera, pero en el momento que la propia visitada, a través de su abogado, manifiesta que fue presionada para cambiar su versión a cambio de protección y que acuse al Fiscal, eso entrar a un plano de un comportamiento no ético, no aceptable para un asambleísta y por eso apelamos a que la Legislatura tome una decisión.
¿Usted aspira a que esta investigación termine con la destitución de la asambleísta de Revolución Ciudadana?
Quiero una investigación a profundidad, no me anticiparé a los hechos, el pleno de la Asamblea decidirá si se sanciona o no con la destitución. (I)
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Sofía Espín
Asambleísta de Revolución Ciudadana
Foto: Carina Acosta / El Telégrafo
Sofía Espín llegó a la Asamblea auspiciada por Alianza PAIS, ahora es parte de la bancada de Revolución Ciudadana, movimiento que apoya al expresidente Rafael Correa.
Ella aseguró que se defenderá de la investigación que se iniciará en su contra en el Legislativo y que no descarta llegar a instancias internacionales para evidenciar una supuesta persecución que busca frenar su rol como asambleísta.
¿Por qué usted fue a visitar a Diana F., una testigo protegida en el caso donde se indaga al expresidente Rafael Correa?
Porque me lo pidió la abogada Yadira Cadena y fue porque la señora Diana F. le pidió conversar. Había la necesidad de que esté otra persona cerca y (Cadena) me pidió que la acompañara.
La visita fue consentida, el documento de la directora de la cárcel, Nancy Guamba, dice que la visita fue consentida. Pero eso no lee el Ministro de Justicia, que dice que estaba con gafas, que me toqué el cabello, pero no dice que fue una visita consentida.
¿Qué relación tiene usted con la abogada Yadira Cadena?
Es una amiga. Me dijo que Diana F. estaba preocupada por su seguridad y por otros temas y me pidió que la acompañara. Y lo hice ¿por qué no hacerlo? Se ha dicho que se pretendía cambiar su b, pero esa versión ya no puede ser cambiada.
Ella tiene una cooperación eficaz y su versión es parte del proceso. Solamente son elucubraciones, mentiras y parte interesada como el abogado de Fernando Balda, que sabe que este caso se está cayendo.
¿Usted le ofreció ayuda a la agente Diana F.?
Han dicho que la presioné, que le ofrecí ayuda. No es verdad, a pocos pasos estaba una agente penitenciaria y es imposible en 10 minutos presionar a una persona.
¿Entonces que habló con Diana F. durante esos 10 minutos?
Sobre su seguridad. Ella estaba preocupada porque siendo policía está junto a otras mujeres que tienen penas de hasta 25 años. Si es una testigo protegida cómo es posible que esté en el mismo centro con esas personas.
Un testigo protegido debe estar en un lugar reservado y que nadie lo sepa. Para mí, fue una visita solidaria y humanitaria, pero se me quiere linchar mediáticamente, cuando muchos otros asambleístas visitaron a personas detenidas y no ha pasado nada.
¿Esas visitas fueron casos donde estaban vinculados los líderes de su movimiento político?
Ahí está el problema, cuál es la preocupación, lo que me pudo decir ella. Eso motiva este linchamiento mediático y escarnio público. Están preocupados de lo que me dijo Diana F., porque saben que no puede cambiar su versión.
Usted en un inicio dijo que la visitó porque varios juristas dijeron que Diana F. no es bien defendida. Ahora dice que fue
por su seguridad.
Por las dos cosas. Fue por sus derechos humanos, esos derechos incluyen el tema de su seguridad y de su defensa, como también que se verifique que el debido proceso se cumple. Nos dijo que hay un compromiso de salir libre en siete meses. No hubo presión, ni extorsión ni tortura.
Es complicado creer que la defensa de Rafael Correa tenga contacto con la parte acusadora solo por el tema de derechos humanos.
No soy parte del proceso, soy una asambleísta que me compete fiscalizar e investigar. En la Asamblea se mide con varas diferentes. ¿César Carrión acaso no se reúne con los detenidos del 30-S?, ¿no es intromisión a la justicia que asambleístas visiten al Fiscal General?, ¿qué hablan con el Fiscal? ¿No es intromisión que vayan donde el Contralor, a la Judicatura? Hice una visita humanitaria, le pregunté cómo estaba y cómo se sentía. Una conversación de 10 minutos. Filmada por todas las cámaras y la gran prueba que violé la seguridad es que tenía gafas puestas. (I)
