En los bajos del paso a desnivel de la intersección de las avenidas Pedro Menéndez Gilbert y Carlos Luis Plaza Dañín, en Guayaquil, están dos murales que recrean la historia de los Astilleros, asentados en la antigua hacienda La Tarazana, donde ahora existe la ciudadela La Atarazana.

La obra fue inaugurada por el alcalde de la ciudad, Jaime Nebot, el pasado 5 de octubre.

El mural, contratado por el Municipio de Guayaquil, a través de la Fundación Guayaquil Siglo XXI, fue realizado por el artista Juan Pablo Toral, quien tiene su taller en el tradicional barrio Las Peñas.

Según la agencia de noticias Andes, “el contrato que firmó el artista Toral con la Comisión Ejecutiva de Guayaquil Siglo XXI para la elaboración de una serie de murales, fue de 200.000 dólares”.

Los cuadros tienen una dimensión de 4,80 metros de largo por 1,54 metros de alto y para su instalación se han colocado paredes falsas en los bajos del paso a desnivel, que sirve como distribuidor de tránsito en el norte de la ciudad, detalla el Municipio en su página web.

Lo particular de esta obra es que los personajes que representan a los capataces son vinculados al Partido Social Cristiano (PSC) y cercanos al alcalde de la urbe, Jaime Nebot.

ANTECEDENTES

El 30 de agosto de 2011 el Municipio de Guayaquil solicitó la detención de Daniel Adum, como autor del grafiti Mostacho Elfacho. Él negó la autoría del grafiti pero censuró que el Municipio pinte de gris sus obras.

El 5 de julio de 2012 el Concejo Municipal de Cuenca elaboró la Ordenanza para el uso del espacio público, como arte de grafiti y mural.

Hasta el 5 de enero de 2013 en Quito se constató que se utiliza el espacio público para la propaganda electoral, esto pese a que hay la Ordenanza 3067 que regula esta situación. La sanción por violentar la ordenanza y afectar el ornato público, es de 16 salarios básicos, aproximadamente 5.000 dólares. Hasta ahora no se ha identificado a los autores.

Entre los más visibles están los asambleístas Henry Cucalón y Cynthia Viteri, además de los funcionarios del Cabildo: Carlos de Tomaso y Andrés Roche.

Este último negó, a través de las redes sociales, que haya posado para el artista. “El que está plasmado ahí no es Andrés Roche pues no es mi retrato. Es un mural, el que aparece ahí es una persona de la época”, detalló.

Y explicó que “Juan Pablo Toral es mi dilecto amigo, si tomó como modelo mi rostro lo hizo dentro de su libertad y licencia artística”.

Toral explicó que para la construcción de la obra se realizó una producción fotográfica con decenas de personas, para diferenciar las jerarquías.

Este nuevo mural recuerda al fresco del techo del Salón de la Ciudad, en el Cabildo, en el que aparecen el exburgomaestre León Febres-Cordero entregándole el mando de la Alcaldía a Jaime Nebot, mostrándose como renovadores de la urbe.

Los murales de La Atarazana fueron criticados el pasado lunes por la ministra de Transporte y Obras Públicas, María de los Ángeles Duarte.

“No me contrataron para pintar a funcionarios del Municipio. Los pinté por afinidad o consanguineidad”, aseguró Toral. Además rechazó que su obra sea tratada como un tema político.

El artista contó que necesitaba rostros para la obra, por eso retrató a personas conocidas, pero también a trabajadores que están en su entorno y otros amigos y familiares.

Uno de ellos, quien prefirió mantener el anonimato, reveló que dentro de su taller está el óleo original del mural.

Toral relató que desde las 07:00 de ayer lo han contactado periodistas. “Me han llamado más de lo que me gustaría, hablaré siempre y cuando sea sobre mi obra”, explicó.

Para quienes circulan con frecuencia por el lugar esta obra ha pasado desapercibida. Así lo aseguraron Rubén Sánchez y Jordy Chiqui, quienes acostumbran a descansar allí luego de almorzar.

“Ahora que los medios han publicado la noticia de quiénes son las personas que están pintadas, es que nos hemos dado cuenta. Solo vimos que ahí estaban instalando las figuras, pero muy pocas personas pasan por aquí a pie”, explicaron.