Canales, emisoras y prensa deben dedicar el 5% de sus espacios a estos temas
15 parámetros regirán los contenidos interculturales
¿Qué es la interculturalidad? Es una pregunta que puso a pensar a quienes asistieron a la socialización del reglamento de contenidos interculturales.
Las definiciones variaron pero básicamente todos acordaron en que la relación entre diversas culturas en una misma sociedad y en condiciones iguales.
El Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom) sabe que el concepto de la interculturalidad es relativamente nuevo y que incorporarlo en los medios será un proceso. Por eso y a pedido de ellos mismos elaboraron un reglamento.
El objetivo es viabilizar la obligación de que el 5% de las transmisiones de los canales y de las radios y de las páginas de la prensa se dedique a contenidos interculturales.
El documento establece parámetros, 15 en total. Son temas que si son desarrollados por los medios serían contenidos interculturales.
En la lista está resaltar los valores culturales, fomentar los derechos de la naturaleza, promover el reconocimiento de las identidades culturales, recrear la memoria social de los pueblos, difundir ténicas artesanales tradicionales, coadyuvar el fortalecimiento del patrimonio alimentario, entre otros.
Pero los medios deberán tener algunos límites. Lo primero es que la mera traducción de textos a los idiomas de relacionamiento intercultural (kichwa y shuar) no constituyen contenidos interculturales. Estos deben abordar los temas antes mencionados.
El reglamento pide que los contenidos sean también en este idioma, pero el vocal del Cordicom, Hernán Reyes, aclaró que las traducciones podrían ser resúmenes o la parte más destacada del reportaje.
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Lo ideal sería que salga en español y en los otros idiomas simultáneamente. No en uno solo.
Otra advertencia que hace el reglamento es lo que llama “exotización” de los pueblos y nacionalidades indígenas, afroecuatorianos y pueblo montubio. Esa parte se refiere al estereotipo, el cual tendrá que ser evitado.
Paulina Mogrovejo, vocal del Cordicom, explicó en la socialización del reglamento, realizado la semana pasada en Guayaquil, que el objetivo es “cambiar la forma de relacionarnos con nosotros”.
La consigna es que no es suficiente con no discriminar, sino que se trata de no invisibilizar a los pueblos y nacionalidades. El objetivo es que los ecuatorianos aprendan las creencias, formas de vida de estos colectivos. “Los medios son una oportunidad”, añade Mogrovejo.
Hay otro punto que promueve el reglamento: la memoria social. Se parte del hecho de que el aporte de los pueblos y nacionalidades a la historia del país nunca se ha realzado como se merece. Por eso rescatar esto también es contenido intercultural.
Como ejemplo se colocó a la Revolución Liberal. Todos los ecuatorianos conocen a Eloy Alfaro, el laicismo y el ferrocarril, pero pocos saben del rol del pueblo montubio, de donde surgió el ‘Viejo Luchador’, en la gesta. Tampoco se ha comprendido el enorme aporte de los indígenas y afroecuatorianos en las batallas. Recuperar eso es también contenido intercultural. (I)