Publicidad

Ecuador, 29 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La ceremonia del fuego en Teotihuacán

En las ruinas de Teotihuacán tuvo lugar la ceremonia del fuego durante los Juegos Panamericanos.
En las ruinas de Teotihuacán tuvo lugar la ceremonia del fuego durante los Juegos Panamericanos.
07 de junio de 2015 - 00:00

En las ruinas de Teotihuacán, en México, se desarrolló la ceremonia del fuego que dará luz a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

“Este lugar, Teotihuacán, habla del nacimiento y desarrollo de la cultura de nuestro hemisferio, y realmente es un honor para nosotros aceptar la llama en este sitio tan reverenciado y antiguo”, declaró Robertson David Peterson, en un discurso ante 200 invitados.

Alrededor de 150 danzantes con trajes coloridos, grecas y penachos ejecutaron las danzas prehispánicas correspondientes a la ceremonia del Fuego Nuevo que los Aztecas hacían para representar el principio de una nueva era en su mundo.

Un grupo de estudiantes de escuelas del Estado de México cumplió con los rituales protocolarios del desfile de las banderas de los 41 países que forman la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) y de los himnos nacionales de México y de Canadá.

Los sacerdotes iniciaron el fuego con los rayos del sol para situarlo en un incensario especial con figuras de sus antiguos dioses, en la misma plataforma donde hoy están las ruinas del juego de pelota, en el sendero entre las pirámides del sol y la luna, en Teotihuacán, ciudad de dioses en lengua náhuatl.

La ceremonia del fuego nuevo es un ritual que se realizaba entre los mexicas. De acuerdo con varias evidencias arqueológicas, se practicó también en muchos pueblos del centro de México durante la época posclásica, por ejemplo en Teotihuacán.

Debido a la importancia calendárica de xiuhmolpilli (atadura de años), cada 52 años, generalmente se piensa que la celebración del Fuego Nuevo tenía lugar al inicio de los 2 calendarios aztecas, el tonalpohualli, de 260 días, y el xiuhpohualli, de 365 días. Sin embargo, según documentan los códices Borgia, Vindobonensis, Laud y Nuttall, lo encendían cada año.

De acuerdo con otras fuentes, había ceremonias especiales cada 4, 8 y 52 años, y solo en esta última se arrojaban al fuego las imágenes y otros objetos de culto, y se reconstruían los templos en señal de renovación.

Contenido externo patrocinado