Uruguay pedirá a consumidores comer o inhalar la marihuana para reducir daños
Uruguay pedirá a los consumidores de marihuana que coman o inhalen la sustancia en lugar de fumarla para al menos reducir el daño que causa y fomentar al tiempo un uso responsable de las drogas, según anunciaron hoy fuentes oficiales.
La idea del gobierno, que tiene en marcha un plan para legalizar la compraventa de marihuana para combatir el narcotráfico, es realizar una campaña de salud pública, que "tal y como hacemos con el tabaco y el alcohol" alerte sobre los riesgos de las drogas y ofrezca pautas para minimizar sus daños, explicó a Efe el secretario general de la Junta Nacional de Drogas uruguaya Julio Calzada.
"Este es un trabajo que debe hacer todo Gobierno, dar a los ciudadanos una percepción adecuada de los riesgos que tiene el uso de determinadas sustancias. Trabajamos para un uso responsable del alcohol, por ejemplo, para minimizar los daños que causa. Y la marihuana no escapa a esto", indicó.
Así, apuntó que el cannabis "no es inocuo" y presenta riesgos para la salud que deben ser conocidos y, poder ser, evitados.
"El Estado no recomienda que se consuman sustancias que hacen daño, pero sí informa sobre las actitudes menos arriesgadas al hacerlo", añadió.
En ese sentido, apuntó que fumar marihuana genera daños similares para la salud que el consumo de tabaco, que daña los pulmones, y que por eso se apunta al consumo oral o inhalado, para evitar estos problemas.
"Hay que dar la información de que todo lo que se consume de forma vulcanizada (quemada), tiene un riesgo enorme para el aparato respiratorio. La gente tiene que tomar decisiones informadas", insistió.
Asimismo, también se alertará particularmente sobre el enorme daño que causa el consumo de cannabis en niños y adolescentes.
Uruguay debate desde mediados del año pasado un proyecto impulsado por el Gobierno que pretende legalizar la marihuana y hacer del Estado el único responsable de su producción y venta, con la idea de quitarle mercado al narcotráfico y alejar a los consumidores del mercado negro en donde se distribuyen sustancias más peligrosas. EFE