Un violento sismo en México causa pánico en la población
Un fuerte sismo de 7,9 grados Richter, según el Servicio Sismológico Nacional, se registró ayer en el sur y centro de México, lo que provocó escenas de pánico entre las personas, que evacuaron sus casas y lugares de trabajo para permanecer en las calles. Autoridades no reportaron víctimas mortales, pero sí al menos siete heridos.
Se trata del movimiento telúrico más fuerte que ha sacudido México desde el terremoto de 1985 de magnitud 8,1 que provocó más de 6.000 muertos y destruyó barrios enteros de la capital. El Servicio Geológico de EE.UU. revisó a 7,4 la magnitud del movimiento telúrico de ayer, después de informar inicialmente que había sido de 7,6 grados.
El terremoto, que se sintió hasta en Guatemala, se registró a las 12:03 hora local (13:02 hora de Ecuador) y su epicentro fue situado a 18 kilómetros al noreste de la localidad de Ometepec, en el estado de Guerrero.
Las regiones afectadas por el temblor fueron Guerrero, Oaxaca, Puebla, Tabasco y el Distrito Federal, donde se encuentra la capital del país. El Servicio Sismológico Nacional registró ayer también nueve réplicas con magnitudes que van desde los 4,8 a los 5,3 grados en la escala de Richter, la mayoría con epicentro en Ometepec.
La primera fue de 5,3 grados y se registró 55 kilómetros al suroeste de la mencionada ciudad, a las 12:35 hora local, mientras que la otra, de 5 grados, tuvo lugar media hora después, 21 kilómetros al este de la misma localidad.
El Instituto Geológico de EE.UU. informó que simultáneamente se había producido otro terremoto en Indonesia, con una magnitud de 6,2. El Centro de Prevención de Tsunamis de Hawái descartó que se produzca un maremoto, publicó diario El País.
El presidente de México, Felipe Calderón, afirmó ayer que el terremoto “causó un susto muy fuerte, pero, hasta el momento, no hay vidas que lamentar ni daños mayores”.
De visita a Monterrey, la capital del norteño Estado de Nuevo León, el mandatario manifestó que en la información recabada hasta ahora solo hay registro de daños menores que “se están atendiendo y reparando”.
Sin embargo, el gobernador del Estado de Guerrero, Ángel Aguirre, reportó que más de 500 viviendas resultaron dañadas o colapsadas en poblados del sur de México, pero no hay víctimas mortales.
En las calles de Ciudad de México, con más de 20 millones de habitantes, hubo muestras de pánico, colapsaron las líneas telefónicas, se suspendió el servicio eléctrico y algunas construcciones antiguas sufrieron daños en los barrios más viejos de la capital. Sin embargo, la capital mexicana se mostró más organizada que cuando ocurrió el terremoto de 1985 y las evacuaciones se hicieron ordenadamente.
“Desalojamos a unas 50 personas, todo fue en orden. El sismo fue fuerte, pero ahora estamos preparados, a diferencia de 1985”, comentó Francisco Bernal, jefe de brigadas de una firma privada en el barrio Roma.
“Cuando vi que las lámparas se movían, me puse de pie.
Nuestro jefe de brigada (de la oficina) nos recordó que en estos casos no se debe gritar, ni correr, ni empujar. Sentí mucho miedo, pero me obligué a conservar la calma”, relató Ana Fernández, secretaria de un edificio de la zona.
Otra de las personas que se encontraban en México durante el sismo es la hija mayor del presidente estadounidense, Barack Obama, Malia, de 13 años, quien está de vacaciones con un grupo de amigas en Oaxaca, a 162 km al noreste del epicentro. La Casa Blanca informó que ella está “sana y salva”.