El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció este martes que mencionó las presuntas graves violaciones de derechos humanos cometidas en el marco de la "guerra contra las drogas" en Filipinas ante el presidente Rodrigo Duterte.

Trudeau hizo estas declaraciones un día después de una reunión bilateral entre Duterte y su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien según el gobierno filipino no dijo palabra de las acusaciones de asesinatos en el marco de dicho plan.

"Mencioné los derechos humanos, el Estado de derecho y, en particular, los asesinatos como cuestiones que preocupan a Canadá", declaró Trudeau ante la prensa en Manila, al relatar cómo fue la entrevista con el jefe de Estado filipino. "Insistí en la necesidad del respeto del Estado de derecho".

Duterte, de 72 años, fue elegido tras su promesa de erradicar el tráfico de la droga liquidando hasta 100.000 presuntos traficantes y toxicómanos.

Desde su llegada al poder hace 16 meses, la policía anunció que abatió a 3.967 personas. Desconocidos mataron a otros 2.290 sospechosos en negocios de droga y otros miles de personas fueron liquidadas en circunstancias que no están claras, según datos de la policía.

El presidente sigue gozando de buena popularidad entre los filipinos, que consideran que la seguridad mejoró gracias a sus acciones.

Las organizaciones de defensa de los derechos humanos habían exhortado a los dirigentes extranjeros que viajaban a Manila para dos cumbres regionales a presionar a Duterte sobre la cuestión de los derechos humanos.

Al ser preguntado sobre la reacción de Duterte, el primer ministro canadiense habló de intercambios "cordiales y positivos", y aseguró: "El presidente se mostró receptivo a mis declaraciones". (I)