Especial coronavirus
Dos peruanas le ponen su arte a los tapabocas
Violeta Quispe y su madre Gaudencia Yupari le ponen color y arte a la crisis global por la pandemia del covid-19. A raíz de la declaratoria del estado de emergencia en Perú, el pasado 16 de marzo, ellas idearon confeccionar tapabocas con la pintura tradicional de Sarhua, una comunidad del departamento de Ayacucho.
Violeta es hija de padres migrantes que huyeron en la época del conflicto armado, en la década del 80, que dejó 69.000 víctimas mortales y 16.000 desaparecidos; el 54% a manos de Sendero Luminoso y el 37% por agentes estatales, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
“Nací y crecí con ese arte, somos un grupo de siete familias que nos ubicamos en el distrito de Chorrillos y nos dedicamos a la difusión de este arte tradicional”, cuenta Violeta, de 30 años, quien en su adolescencia aspiraba a convertirse en veterinaria.
En la Ruta de Arte de Sarhua se plasma la expresión pictórica de esa herencia cultural que llevó a estas dos mujeres, desde su pequeño taller, a continuar con esta tradición e identidad.
“Mi padre falleció hace 13 años y en apoyo a mi madre decidí involucrarme en el arte”, dice Violeta, quien pinta en las tradicionales tablas y ahora en los tapabocas diseños de flora y fauna.
Escasez
La joven mujer cuenta a este Diario, vía telefónica, que debido a la propagación del virus covid-19, las mascarillas o tapabocas escasearon en su país como ha ocurrido en casi todas las naciones afectadas por la pandemia. “Un tapaboca llegó a costar entre 6 y 7 soles (casi $ 2), era demasiado y no me sentía protegida; eran descartables”.
Cuenta que su madre se dedicaba al arte de la vestimenta de la mujer andina de esa comunidad. “Teníamos retazos de tela de un proyecto que armamos con una diseñadora de modas que nos enseñó a pintar sobre tela”.
La tela -explica- es de algodón y, además, hicimos muchas pruebas para comprobar que el virus no se filtre. “Entonces decidí pintar”.
Los primeros 10 prototipos que confeccionaron en su pequeño taller y para uso de ambas, les sirvió también para dar a conocer esta innovación de su arte plasmado ahora en mascarillas.
Les tomaron fotos y las subieron a sus redes sociales y causaron sensación entre los peruanos. “No pensábamos que iba a tener tal impacto. Nuestras mascarillas se empezaron a viralizar también por lo que representan: es nuestra identidad, nuestra cultura”.
La confección y el pintado de las mascarillas toma tres horas. Foto: Cortesía
Patrimonio cultural
En noviembre de 2018, la pintura tradicional de Sarhua o Tablas de Sarhua, fue declarada como Patrimonio Cultural de la Nación. “Nosotros replicamos en el arte nuestras vivencias, esa es nuestra tradición, plasmar en unas maderas intervenidas la vida cotidiana, el sufrimiento. Yo he pintado cuentos y en la primera mascarilla pinté flora y fauna”.
La confección de los tapabocas se ha detenido por las restricciones de movilidad. Tienen alta demanda, por eso intentan conseguir la tela para seguir produciéndolos.
Una mascarilla demora tres horas con el pintado incluido. El costo bordea los 25 y 30 soles ($ 10), son reutilizables como cualquier prenda de vestir. Violeta dice que este arte es como su cédula de identidad. (I)