Para Samuel Doria Medina, en la decisión del domingo existen 2 caminos: “uno, de un gobierno que está hace 9 años y que no ofrece nada porque no se preocupó de los temas como el narcotráfico, salud y seguridad ciudadana. Y el otro camino, el de UD, que ofrece mejores días para la patria con salud gratuita, educación, empleo, producción”.

Doria está convencido de que ganará pese a que en las encuestas Evo Morales tiene una ventaja de 40 puntos porcentuales. “Este domingo vamos a ganar en Beni, Pando y Santa Cruz, y vamos a tener excelentes resultados en el sur del país”, aseguró.

Advirtió, además, que “Evo (Morales) va a aprender la lección más importante de su vida este domingo 12 (de octubre)”.

Con su par Ernesto Suárez, quien se postuló a la vicepresidencia, prometieron trabajar juntos por la seguridad ciudadana, porque fueron víctimas de secuestros y persecuciones. El 1 de noviembre de 1995, el empresario fue secuestrado por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) durante 45 días en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997). Fue liberado tras el pago de un rescate. Mientras que Suárez, en 2012, dejó la Gobernación del Beni ante acusaciones de presuntos delitos asociados a la corrupción.

Además, se comprometieron a trabajar en temas vitales como la salud, educación. “La gente nos reclama que no hay salud, no hay educación y no hay seguridad ciudadana”, cuestionó.

Durante su trayectoria Doria fungió como gobernador del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, director de Política Monetaria Bancaria y Crediticia del Ministerio de Finanzas, y titular de Planeamiento y Coordinación.

Desde el último cargo impulsó políticas privatizadoras que incrementaron el desempleo, la corrupción y las tarifas públicas, que conllevó al descontento popular y una constante inestabilidad social en Bolivia.

En 2003 fundó su partido y fue candidato presidencial en los comicios generales de 2005 y 2009. En su campaña Doria enfrentó polémicas por proponer la privatización de la mitad de las ganancias hidrocarburíferas.

Además, en las últimas semanas, el empresario está envuelto en una disputa con el candidato Jorge Quiroga, del Partido Demócrata Cristiano, por ser la cabeza de la oposición y captar el voto de la clase media, que representa el 30% del electorado boliviano.