El armamento pesado de yihadistas es destruido
Rusos bombardean un centro de mando del Estado Islámico
La aviación rusa bombardeó ayer, por primera vez desde el comienzo de su campaña aérea en Siria, cerca de la ciudad de Raqqa, bastión del Estado Islámico (EI) y la capital oficiosa de su autoproclamado califato.
“El 1 de octubre, los bombarderos Su-24M destruyeron un centro de mando del Estado Islámico (EI) y un campo de entrenamiento cerca de Qasert-Faraj, al suroeste de Raqqa”, dijo ayer el general Igor Konashenkov, portavoz militar, a los periodistas. En ese mismo ataque, los Su-24M acabaron con decenas de vehículos militares y armamento pesado de los yihadistas.
Durante la madrugada de ayer la aviación rusa despegó en 10 ocasiones de la base militar de Latakia, en la costa mediterránea del país árabe y atacó 7 objetivos del EI, entre ellos otro centro de mando y nudo de comunicaciones que tenían los terroristas en la provincia de Alepo.
La aviación rusa completó una treintena de misiones de vuelo en menos de 48 horas en varias provincias del país árabe, desde que el Senado ruso autorizó -el miércoles- el empleo de las tropas de este país para luchar contra organizaciones terroristas en territorio sirio.
En el curso de estas operaciones, cazas Su-25M -Frogfoot en terminología de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)- atacaron un campo de los yihadistas en la provincia de Idlib donde, según Konashenkov, “destruyeron búnkeres y almacenes de combustibles de los terroristas”.
La aviación rusa alcanzó también varios objetivos en la localidad de Qaryatain, situada en la provincia de Homs y a 130 kilómetros de Palmira. Los yihadistas tomaron Palmira en mayo y Qaryatain en agosto.
El Kremlin garantizó en un comunicado que todos los ataques de la aviación rusa se dirigen exclusivamente contra las posiciones yihadistas y en ningún caso contra la población civil. (I)