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Obama prometió combatir desigualdad de EE.UU. con o sin el Congreso

Obama prometió combatir desigualdad de EE.UU. con o sin el Congreso
29 de enero de 2014 - 08:00

Con miras a un "muy buen" 2014, el presidente estadounidense, Barack Obama, se comprometió a revertir la corriente de desigualdad económica en su país, advirtiendo al Congreso que de ser necesario tomará acciones unilaterales.

En su discurso anual del estado de la Unión, el mandatario presentó un escenario económico camino a la recuperación, con los niveles de desempleo más bajos en cinco años, mayor producción energética doméstica, y el regreso de Estados Unidos a la cima mundial como destino de inversiones.

"Por eso creo que éste puede ser un muy buen año para Estados Unidos", dijo Obama anoche en el Capitolio de Washington, sede del Congreso.

"Tras cinco años de grandes esfuerzos, Estados Unidos está mejor posicionado para el siglo XXI que cualquier otro país en la Tierra", aseveró.

Pero a pesar de ello, "los que están arriba no pueden estar mejor" mientras los "salarios promedio apenas se han movido, la desigualdad se ha profundizado y la movilidad ascendente se ha paralizado", lamentó.

Asegurando que es labor del gobierno "revertir esas tendencias" el mandatario presentó una serie de propuestas "concretas y prácticas para acelerar el crecimiento, fortalecer la clase media y construir nuevas escaleras" de ascenso social.

El gobierno propuso el incremento del sueldo mínimo, igualdad salarial para las mujeres y grupos de diversidad sexual y reformar el sistema de patentes, entre otros, informó la Casa Blanca.

Algunas de esas medidas, "van a requerir una acción del Congreso y estoy entusiasmado de trabajar con todos ustedes", afirmó Obama.

Pero Estados Unidos "no se queda quieto y yo tampoco. Así que donde y cuando pueda tomar pasos sin legislación para expandir las oportunidades para más familias estadounidenses, eso es lo que haré", advirtió.

Primera decisión: el presidente anunció que en los próximos días decretará que los nuevos trabajadores contratados por el Estado federal pasarán a cobrar un salario mínimo de 10,10 dólares la hora, frente a los 7,25 de ahora.

Una propuesta para subir el salario mínimo está en estudio en el Congreso, pero su aprobación es incierta debido a la hostilidad de los republicanos. Esa medida beneficiaría directamente a cerca de 17 millones de estadounidenses, según el Economic Policy Institute, mientras que la propuesta de Obama concierne a cerca de 250.000 trabajadores.

Estos datos muestran el alcance de las medidas administrativas en un país donde la Constitución define un delicado equilibrio de poderes. La Cámara de Representantes, por ejemplo, es la única que puede autorizar nuevos gastos.

"En los próximos meses, vamos a ver en dónde más podemos hacer avances juntos. Hagamos de éste un año de acción", afirmó Obama, que inicia el segundo año de su segundo y último mandato.

El republicano John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, estimó que tras cinco años en el poder "Obama está visiblemente corto de ideas" y es "un presidente más ideológico que interesado en una solución a los problemas que preocupan a la gente".

"Cada vez más y más personas se quedan atrás, porque las políticas del presidente están haciendo la vida más difícil", dijo por su parte Cathy McMorris Rodgers, congresista encargada de la respuesta republicana.

Reforma migratoria en 2014

Como en 2013, Obama pidió nuevamente al Congreso aprobar este año una reforma migratoria, que regularice la situación de los 11 millones de personas que viven ilegalmente en Estados Unidos.

El Senado estadounidense aprobó en junio una reforma bipartidista de la legislación migratoria, incluyendo una vía de 13 años para adquirir la ciudadanía estadounidense.

Pero los republicanos que controlan la Cámara de Representantes desde 2011 se han negado a llevar la cuestión a voto. Las dos cámaras deben adoptar una ley idéntica.

Guantánamo

Sobre otra de sus promesas pendientes, la de cerrar Guantánamo, Obama dijo que 2014 debe ser el año de su clausura, y pidió al Congreso que actúe para facilitar el traslado de los detenidos que aún quedan en la prisión, ubicada en una base en Cuba y abierta en 2002.

Promete veto sobre Irán

Como es costumbre en estos discursos, la situación internacional fue repasada por el mandatario.

Obama advirtió que vetará cualquier sanción que el Congreso estadounidense apruebe contra Irán durante las negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán.

El mandatario afirmó que las negociaciones entre Irán y las grandes potencias "serán difíciles" y "pueden no tener éxito", pero señaló que nuevas sanciones amenazarían el proceso.

Respecto a la larga lucha contra el terrorismo, Obama dijo que Estados Unidos puso a Al Qaida "en el camino de la derrota" pero advirtió que su "amenaza evolucionó" y grupos anexos toman raíces en nuevos lugares en el mundo como Yemen, Somalia, Irak o Mali.

Espionaje

También reiteró en su intervención su promesa de reformar los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), sin mencionar a Edward Snowden, quien los sacó a la luz.

Estadounidenses meritorios fueron invitados a presenciar el discurso junto a la primera dama Michelle Obama: dos supervivientes del atentado contra el maratón de Boston, Jason Collins -primer jugador de la NBA que ha reconocido públicamente ser homosexual- y a la nueva directora general de General Motors, Mary Barra.

 

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