Miles de mexicanos probaron hoy una gigante rosca de Reyes de casi 10 toneladas que las autoridades de esta capital compartieron para cerrar los festejos de las fiestas navideñas de 2011.

La inmensa rosca fue colocada desde las primeras horas de hoy en el Zócalo del centro histórico de la capital del país, donde fue distribuida de manera gratuita entre los ciudadanos que se acercaron hasta el lugar.

El alcalde del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, fue el responsable de partir la rosca de Reyes, de 720 metros de largo y cuyo coste aproximado fue de más de un millón de pesos (unos 71.400 dólares).

"Esta tradicional partida de rosca, la más grande del mundo, tiene la intención de fomentar la sana convivencia familiar pero sobre todo nos permite fortalecer la economía de la ciudad y promover la conservación de más de 35.000 empleos de la industria panificadora", dijo Ebrard durante el acto.

Niños, mujeres y ancianos fueron los primeros en recibir un trozo de este tradicional pan con un vaso de leche.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa), Francisco Galindo explicó a Efe que para la elaboración de esta rosca se requirió del trabajo de más de 2.000 personas, con un promedio de siete horas de trabajo cada uno.

Se elaboró con 5.405 kilos de harina, 3.000 de mantequilla, 240 de levadura, 2.600 de azúcar, 659 de azúcar en polvo, 33 de polvo para hornear y 70 de sal.

Además, se le pusieron 40 litros de vainilla, 352 kilos de cáscara de naranja, 352 de higo y 1.200 de fruta confitada verde, blanco y roja, los colores de la bandera mexicana.

Este es el quinto año consecutivo que se consume un inmenso roscón de Reyes en la capital mexicana.