Publicidad

Ecuador, 23 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

la mayoría de los autores de estos delitos son hombres iraquíes y sirios, muchos son combatientes del ei

Miembros del Estado Islámico vendían a mujeres y niñas yezidi en las calles

Militantes del Estado Islámico exponen en la calle a un grupo de mujeres encadenadas en un sector de Irak. Foto: Tomada de Huffington Post
Militantes del Estado Islámico exponen en la calle a un grupo de mujeres encadenadas en un sector de Irak. Foto: Tomada de Huffington Post
23 de diciembre de 2014 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

La tortura, las violaciones y otras formas de violencia sexual que sufren las mujeres y niñas de la minoría yezidi en Irak secuestradas por yihadistas del Estado Islámico (EI) dan cuenta cada vez más del ‘salvajismo’ y ‘barbarie’ de ese grupo de extremistas, informó el organismo defensor de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) en un reporte dado a conocer en Londres.

El documento, titulado ‘Escapar del infierno: Torturas y esclavitud sexual bajo cautiverio del Estado Islámico en Irak’, provee de un amplio panorama acerca de los abusos horribles sufridos por miles de mujeres y niñas yezidi que fueron forzadas a casarse, ‘vendidas’ o entregadas como ‘objetos’ a yihadistas del EI o a sus seguidores. En muchos casos, las cautivas fueron forzadas a convertirse al Islam.

“Cientos de mujeres y niñas yezidi han visto cómo sus vidas fueron destruidas por los horrores de la violencia y esclavitud sexual al quedar bajo cautiverio del EI”, afirmó  Donatella Rovera, consejera en temas de crisis de AI, quien se entrevistó con más de 40 excautivas del EI en el norte de Irak.

“Muchas de las esclavas sexuales son niñas, de entre 14 o 15 años e incluso más jóvenes. Los combatientes del EI están utilizando las violaciones sexuales como armas de combate, en crímenes de guerra y crímenes contra lesa humanidad”, agregó.

Las mujeres y niñas pertenecen a la comunidad de yezidis de la región de Sinjar, en el noroeste de Irak, que desde agosto pasado han sido víctimas de una oleada de ‘limpieza étnica’ por parte de los yihadistas del Estado Islámico.

Los combatientes del EI buscan arrasar con las minorías étnicas y religiosas en el área, de acuerdo a Amnistía Internacional.

El documento dado a conocer en Londres indicó que los horrores que tuvieron que soportar las mujeres y niñas en cautiverio las dejaron tan traumatizadas, que muchas de ellas se suicidaron.

La joven de 19 años Jilan se suicidó mientras era mantenida cautiva en Mosul, debido a que pensaba que iba a ser violada, contó su hermano a Amnistía.

Una de las niñas que estaba cautiva junto a Jilan y otras 20 mujeres, incluidas niñas de 10 y 12 años, contó a AI sobre los horrores de esa experiencia. “Un día nos dieron ropas que parecían como vestidos para bailar y nos obligaron a bañarnos. Jilan se suicidó en la habitación. Ella se cortó las venas y se ahorcó. Era muy hermosa, sabía que iba a ser violada y decidió quitarse la vida”, agregó. La joven que contó el hecho fue una de varias que logró escapar del EI.

Wafa, otra cautiva de 27 años, contó a AI cómo ella y su hermana trataron de suicidarse luego de que una noche fueron amenazadas por su secuestrador para que se casen a la fuerza. Trataron de ahorcarse con bufandas, pero una de sus compañeras lo impidió.

Amnistía denunció que la mayoría de los perpetradores de esos delitos son hombres iraquíes y sirios, muchos son combatientes del EI, aunque también hay simpatizantes de ese grupo.

Algunas de las mujeres entrevistadas dijeron que fueron mantenidas cautivas en casas de familias, y que vivieron con las esposas e hijos de los perpetradores.

Muchos de los sobrevivientes yezidi también enfrentan el trauma de haber perdido a miembros de sus familias, ya sea debido a secuestros como por asesinatos perpetrados por el EI.

“Los abusos físicos y psicológicos por la violencia sexual horrible que estas mujeres han soportado son catastróficos. Muchas de ellas han sido torturadas y tratadas como objetos. Incluso aquellas que lograron escapar están totalmente traumatizadas”, declaró Rovera.

“El gobierno kurdo, la ONU y otras organizaciones humanitarias que proveen de asistencia médica y de otros servicios a víctimas de violencia sexual deben aumentar sus esfuerzos. Deben asegurarse de llegar rápidamente a todas aquellas mujeres que necesitan ayuda”, continuó la experta de AI.

Según Rovera, las ayudas no solo deben incluir servicios de salud sexual y reproductiva, sino también tratamientos psicológicos y apoyo contra traumas.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media