Las autoridades mexicanas informaron que 167 osamentas humanas con una antigüedad de unos 50 años fueron encontradas en una cueva del estado de Chiapas, en el sureste de México, cerca de la frontera con Guatemala.

"Algunos de los cráneos se encuentran completos mientras que otros están fracturados, pero en todos los casos presentan elevada sensibilidad, ya que al tocarlos se quiebran con facilidad", reportó la Fiscalía.

El hallazgo se realizó a la entrada de una cueva en el rancho Nuevo Ojo de Agua, en el municipio de Frontera Comalapa, de casi 17.000 habitantes, y los restos estaban a 6 metros de profundidad.

Los peritos "realizan las diligencias para determinar el sexo, edad y causas de muerte de cada uno", añadieron las autoridades.

En los trabajos de levantamiento de las osamentas e investigación participa personal de la Procuraduría General del Estado, de la Secretaría de Seguridad Pública y del Ejército mexicano.

Los medios locales indicaron que pobladores de la región sospechan que las osamentas podrían pertenecer a desaparecidos centroamericanos, pues los caminos rurales, las veredas de esa zona son usados por los indocumentados, "para burlar a las autoridades migratorias y puestos de control del Ejército y la Policía" de México.

Según cifras oficiales, unos 140.000 inmigrantes ilegales, principalmente de Centroamérica y Ecuador, transitan anualmente por esa zona para tratar de llegar a la frontera con Estados Unidos, arriesgándose a ser víctimas de robos, extorsiones, secuestro y asesinato.