El Gobierno de Bolivia ratificó que la megaempresa estadounidense Coca-Cola y la franquicia más grande de comida rápida, McDonald’s, dejarán de operar en suelo boliviano a partir del 21 de diciembre de este año.

Así lo señaló el canciller boliviano, David Choquehuanca, quien en declaraciones ofrecidas este fin de semana sostuvo que la decisión “estará en sintonía con el fin del calendario maya, y será parte de los festejos para celebrar el final del capitalismo y el comienzo de la cultura de la vida”.

“El 21 de diciembre tiene que ser el fin de la Coca-Cola  y el comienzo del mocochinche (refresco de durazno). Los planetas se alínean después de 26 mil años (...) Es el fin del capitalismo y el comienzo del comunitarismo”, expresó el canciller en un acto  junto con el mandatario boliviano, Evo Morales.

Esta decisión, que ha traído secuelas sociales debido a que se trata del rechazo a una de las empresas más grandes del mundo, ha sido argumentada por motivos de salud y de cultura, pues la Coca-Cola, así como la mayoría de los refrescos industriales, contiene diversas sustancias perjudiciales para el cuerpo, y cuyo consumo periódico se asocia incluso a infartos cardíacos, derrames cerebrales y cáncer.

Además, se retirará la franquicia de comida rápida McDonald’s, que luego de 14 años de infructuosos intentos por instalarse en la cultura de los habitantes de este país, no pudo calar en el consumo.

De esta forma Bolivia se convertirá en la segunda nación latinoamericana que no tendrá McDonald’s, después de Cuba, informó teleSUR.