El Ejército Sirio Libre (ELS), que aglutina también a militares desertores del régimen de Bashar al Asad,  anunció ayer que ha puesto punto y final a su compromiso con el alto el fuego del plan de paz del enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Liga Árabe, Kofi Annan.

Uno de sus portavoces, el general Sami al Kurdi, anunció asimismo el inicio de sus ofensivas contra las fuerzas gubernamentales bajo el pretexto de “defender al pueblo”.

Los ataques  ya empezaron. Al menos 80 soldados del Ejército sirio  murieron ayer  a mano de los rebeldes tras los últimos enfrentamientos y asaltos contra puestos de control militar registrados este pasado fin de semana en varios puntos del país,   informó  el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

La Unión Europea, de su lado, defendió el plan de Annan como la herramienta principal para la resolución de la crisis siria. “El régimen sirio debe cesar toda  violencia y ofrecer apoyo a la misión de Kofi Annan”,  declaró el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy,  al término de la cumbre UE-Rusia celebrada en San Petersburgo.