Los obreros presionan al Gobierno de Evo Morales
La Paz.- La Central Obrera Boliviana (COB), el mayor sindicato del país, decidió endurecer la huelga general que ayer cumplió su duodécima jornada, al no encontrar una respuesta favorable del gobierno a una nueva propuesta de aumento de jubilación, mientras partidarios del oficialismo organizan contramanifestaciones que hacen temer enfrentamientos.
La COB replanteó sus exigencias e indicó que estaría dispuesta a bajar su demanda de una jubilación de 8.000 bolivianos ($1.149) y equipararla a la de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros (FSTMB) que reivindica 4.900 (704 dólares), pero el gobierno ofrece pagar solo 4.000 bolivianos.
Por ello, en una reunión ampliada de dirigentes, realizada la tarde del jueves, la COB determinó “radicalizar la lucha de acción, masificar y fortalecer la huelga”, informó Juan Carlos Trujillo, líder de la organización sindical. “La radicalización consiste en masificar, bloquear, llamar a los trabajadores a la sede de gobierno (para manifestarse). La lucha se va a concentrar en (La Paz) la sede de gobierno”, explicó Trujillo.
El dirigente señaló que los sindicalistas de la COB “estamos abiertos al diálogo siempre que nos vuelvan a convocar” para revisar la oferta del gobierno sobre la demanda de aumentos a las jubilaciones.
El ministro de Trabajo, Daniel Santalla, indicó que también están abiertos al diálogo, “pero el problema es plata (dinero)”.
El ministro de Trabajo indicó que están abiertos al diálogo, pero “el problema es plata (dinero)”En el marco de las protestas, grupos de maestros y mineros tomaron control ayer de un punto de la importante carretera La Paz-Oruro, por donde transita el comercio hacia los puertos de Chile, pero fueron dispersados por la policía.
Un total de 22 puntos de bloqueos de caminos y marchas con hechos de violencia en Cochabamba, Santa Cruz y La Paz fueron registrados por el Ministerio de Gobierno (Interior), según un informe oficial. En una vía alterna al aeropuerto de El Alto, que sirve a La Paz, también hubo choques entre maestros y policías antimotines.
Debido a la radicalización de las protestas sindicales, las clases en las escuelas fueron suspendidas.
Ante la agitación de amplios sectores de maestros, obreros y mineros, el Ministerio de Trabajo declaró ilegal la huelga de la COB y anunció descuentos en los salarios de quienes la acaten. Otros sectores laborales, como petroleros o de la agroindustria, no participan de las protestas.
Los sindicatos afines al gobierno han convocado a sus bases a defender el proceso político que encabeza el presidente Evo Morales y programan un masivo mitin de apoyo para el lunes próximo.
Sindicatos de campesinos, indígenas, cocaleros, mineros de cooperativas, colonos y trabajadores alistan una contramanifestación contra la agitación sindical, según el gobernador de La Paz, César Cocarico. “El respaldo a nuestro presidente (Evo Morales) es un apoyo unánime de todas las cooperativas a nivel nacional”, dijo el líder de las cooperativas, Alejandro Santos.
El presidente Morales insistió ayer en calificar la huelga sindical como una “acción política” y convocó a “defender la democracia, a defender el proceso de cambio (..), a organizarnos y movilizarnos”. “Están pidiendo a gritos el amotinamiento de la Policía para que haya golpe de Estado”, criticó el mandatario, aunque los trabajadores rechazaron tal acusación.
A pesar de las manifestaciones diarias en La Paz y otras ciudades como Santa Cruz o Cochabamba -las tres más importantes de Bolivia- las actividades financieras, comerciales y de transporte urbano o aéreas no han sido interrumpidas.