El futuro nuevo jefe del gobierno de Italia, Mario Monti, declaró ayer  que los italianos deberán tal vez hacer “sacrificios” en el marco de las medidas necesarias para sacar al país de la crisis.

Interrogado en una conferencia de prensa sobre qué esperaba a los italianos, Monti respondió: “Sangre, no, lágrimas tampoco, sacrificios tal vez”. Insistió además  que en su gobierno deberá seguir hasta 2013, porque una duración predeterminada le quitaría toda credibilidad.

“Está claro que el Parlamento en cualquier momento puede decidir que un gobierno no goza ya de su confianza, pero he indicado a todas las fuerzas políticas que la gestión de esta fase en la dirección del crecimiento (económico) y de la igualdad social va más allá de ese horizonte de 2013”, dijo Monti. 

El partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), que ayer  se mostró dispuesto a tener una actitud constructiva, pero sin ofrecer un apoyo a ciegas al nuevo Ejecutivo, apuesta por los comicios anticipados una vez que se aprueben las reformas que exige la UE.

Al término del primer día de consultas con los grupos políticos previas a la formación del nuevo gobierno, Monti informó  de su intención de reunirse hoy  con representantes de los colectivos de jóvenes y mujeres del país. EFE/AFP