Los guatemaltecos ahora presionan al Congreso

Agencias AFP y Prensa Latina

En su lucha por sacar del poder al presidente Otto Pérez Molina, acusado de corrupción, la presión del pueblo guatemalteco ahora se centra en el Congreso.

El pleno del Congreso de Guatemala tiene desde hoy una semana para deliberar si retira la inmunidad al mandatario como recomendó una comisión legislativa.

De perder su inmunidad, Pérez Molina enfrentaría un juicio por su presunta participación en una organización que cobraba sobornos a empresarios para facilitarles la evasión de impuestos aduaneros, lo que causó un desfalco millonario a la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) del país centroamericano, revelado en abril.  

En el primer debate, el 13 de agosto pasado, los legisladores rechazaron levantar su inmunidad.

El presidente es acusado por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig, ente adscrito a la ONU) de ser el líder máximo de una red de defraudación aduanera conocida como La Línea. Por el mismo caso guarda prisión Roxana Baldetti, exvicepresidenta de Guatemala, quien se vio forzada a dimitir de su cargo en mayo pasado por las pruebas en su contra. Además, están detenidos 17 funcionarios y empresarios.

Los líderes de las bancadas se reunieron ayer para analizar el informe judicial y se prevé que hoy  se realice una sesión plenaria con los 158 integrantes de la Cámara baja.

Para que proceda el desafuero son necesarios los votos de 105 diputados de un total de 158, por lo que los guatemaltecos han volcado la presión hacia el Parlamento con masivas manifestaciones en los exteriores del edificio legislativo. “Ya esperamos cuatro meses, no vamos a esperar más”, coreaban ayer manifestantes reunidos en la capital.

Electores condicionan su voto

Los legisladores están en una precaria posición. Los llamados para la dimisión de Pérez Molina han unido  todo tipo de sectores en Guatemala, a seis días de las elecciones generales del próximo domingo.

Por lo que los diputados que no apoyen el desafuero estarían jerarquizando su curul, advirtieron los guatemaltecos.

“Por la dignidad de Guatemala, y porque la próxima semana quieren mi voto, primero les exijo el suyo #ExijoMis105Votos”, tuiteó ayer un usuario.

El hashtag ‘ExijoMis105Votos’ fue el más usado por personas en Guatemala, ya que se convirtió en un medio para compartir los teléfonos de jefes de los partidos en el Congreso para llamarlos y exhortarlos a apoyar la iniciativa de desafuero.

La presión es tal que hasta diputados del oficialista Partido Patriota (PP), que tiene 34 curules, reconocieron que quedarían mal de no apoyar el voto. “Nadie, a días de las elecciones, se quiere disparar en el pie”, afirmó José Fernández Chenal, subjefe de bancada del PP, al diario local Prensa Libre.

El caso de corrupción en el SAT guatemalteco no solo ha presionado al mandatario Pérez Molina y a los diputados. También ha forzado a   quienes aspiran a relevar al presidente cuando concluya su mandato, el 14 de enero, a impulsar plataformas anticorrupción.

“Yo sé que hay una ley contra la corrupción, pero es necesario ampliarla o presentar una más específica, para que todas aquellas personas que sean descubiertas en casos de corrupción tengan penas sumamente severas”, dijo ayer Jimmy Morales, candidato del partido FCN y segundo en las encuestas.

Más de 7,5 millones de guatemaltecos  han sido convocados a las urnas este domingo, 6 de septiembre, para elegir cerca de 4.000 cargos públicos, incluidos el presidente y vicepresidente del país, en unos comicios sobre los que analistas aseguran que la abstención marcará un antes y un después en la historia del país.

Catorce candidatos aspiran a la Presidencia, aunque, según las encuestas, solo 3 tienen posibilidades de triunfar.

Según una encuesta publicada el pasado 10 de agosto por el rotativo local Prensa Libre,  el derechista Manuel Baldizón es favorito con el 24,9% de intención de voto, mientras Jimmy Morales, un joven cómico sin experiencia política, es segundo con 16,2%.

Sin embargo, ninguno de los candidatos cuenta todavía con suficiente apoyo para evitar la segunda vuelta, programada para el 25 de octubre.

El presidente Pérez Molina, por su parte, reiteró el domingo, por medio de su portavoz, que no renunciará. “Se descarta totalmente”, aseveró Jorge Ortega. (I)