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Londres muestra las nuevas caras de la esclavitud

Londres muestra las nuevas caras de la esclavitud
23 de noviembre de 2013 - 00:00

Las tres mujeres mantenidas cautivas durante 30 años en Londres fueron golpeadas y sufrieron un lavado de cerebro, informó ayer la policía británica, mientras en el país se reabrió un debate sobre las nuevas caras de la esclavitud.

“Lo que hemos descubierto hasta ahora es una estampa complicada y perturbadora de control emocional durante muchos años”, explicó el comandante de la policía Steve Rodhouse. ‘Lavado de cerebro’ sería una palabra fácil pero creo que minimiza los años de abusos emocionales que sufrieron”, añadió.

Además, reveló que dos sospechosos, un hombre y una mujer extranjeros, de 67 años, detenidos en su casa de Londres, ya habían sido detenidos antes, en la década del 70, aunque no quiso dar más precisiones. Los dos fueron puestos en libertad condicional ayer mientras se realizan nuevas pesquisas.

Los nombres de los dos implicados no han sido revelados, como tampoco el de sus tres víctimas, una malasia de 69 años, una irlandesa de 57 y una británica de 30.

Las mujeres fueron rescatadas el 25 de octubre y las detenciones de los captores no se produjeron hasta cerca de un mes después, el jueves, 21 de noviembre, cuando la policía verificó su versión.

Faltan detalles para completar la historia y persisten interrogantes, pero el detective Kevin Hyland, a cargo del caso, dijo el jueves no “haber visto nunca nada de esta magnitud”. “Aunque no creemos que fueran sometidas a abusos sexuales, sabemos que los hubo físicos, como palizas”, explicó.

Todo transcurrió en el barrio Lambeth, en el sur de Londres, en “una casa normal que no despertaría sospechas ni entre los vecinos ni entre nadie”, narró Aneeta Prem, fundadora de Freedom Charity, que colaboró en el rescate.

Algunos detalles se perfilen como atenuantes, como que pudieran salir de la casa, se debe a la incapacidad de aceptar que la esclavitud aún existe, aunque su rostro es diferente, alertaban ayer varias voces.

“Un esclavo es un esclavo, alguien a quien se le privó de sus derechos, alguien coaccionado, sometido a violencia mitigada. Hace 200 años teníamos grilletes de hierro, ahora tenemos grilletes sicológicos”, estimó Andrew Wallis, director de la organización británica Unseen (invisibles), que lucha contra el tráfico de personas.

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