El posible retorno de la artillería ucraniana a la línea de ataque en el Donbass (sureste del país)ensombrece las conversaciones del Grupo de Contacto en busca de un arreglo negociado del conflicto programadas hoy en Minsk.

Tajante fue la víspera la advertencia del coronel Andrei Lysenko, portavoz de las fuerzas movilizadas en la represión contra la población del Donbass, quien informó que esa posible decisión ya se notificó a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Como pretexto para justificar la posición, el vocero militar esgrimió supuestas provocaciones rebeldes, sobre todo "en las afueras occidentales" de la insurgente República Popular de Donetsk (RPD).

En contraposición, los líderes de la RPD y la proclamada República Popular de Lugansk (RPL)denunciaron un incremento de las violaciones del cese el fuego en la línea de contacto por las tropas de Kiev desde inicios de noviembre y la concentraron de más de 320 piezas de artillería en la franja de separación.

Con este trasfondo, los representantes de Kiev y de los dos territorios rebeldes más sus cuatro subgrupos de trabajo sostendrán conversaciones hoy en Minsk, en presencia de los observadores de la OSCE, Rusia y la Unión Europea (UE).

Las pláticas previas sobre el tema ocurrieron en Berlín hace tres semanas en el denominado formato de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania), donde fue ratificada la necesidad de cumplir los acuerdos de Minsk de febrero y septiembre del año en curso.

Sin embargo, con la firma el 3 de noviembre último de una ley que permite a los ciudadanos extranjeros y apátridas servir en las Fuerzas Armadas de Ucrania, el presidente Petro Poroshenko incumplió de hecho uno de los puntos pactados en Minsk, que prevé "la retirada de todas las fuerzas extranjeras".

Según el servicio de prensa del gobernante, el documento adoptado este año por el parlamento unicameral ucraniano proporciona a los nacidos fuera del país la capacidad legal para firmar contrato de servicio en las Fuerzas Armadas y otras formaciones castrenses.

Recientemente, los negociadores en la capital belarusa de la RPD y la RPL, Denis Pushilin y Vladislav Deinego, respectivamente, informaron la conformidad de esas regiones rebeldes con postergar los comicios del 18 de octubre y el 1 de noviembre al año próximo para salvar las negociaciones.

Esa proposición incluye como condición que Kiev cumpla los puntos aprobados en febrero de 2015 en la capital belarusa (Minsk-2), que el proyecto de ley sobre las elecciones en el Donbas, las enmiendas a la Constitución de Ucrania y cualquier otro documento debe ser rubricado por todos las participantes en las negociaciones de paz.

Cualquier cambio no acordado sin consultar a los rebeldes constituirá "una violación burda e inadmisible" de los acuerdos de Minsk, según los voceros insurgentes. (I)