La derecha chilena es derrotada en comicios
Santiago.-
Chile inició su carrera a las presidenciales de 2013 con un duro revés para el oficialismo en los comicios municipales celebrados el domingo, lo que forzaría al presidente Sebastián Piñera a renovar el gabinete para detener una arremetida opositora de la centroizquierda que podría encabezar la ex mandataria Michelle Bachelet.
La jornada estuvo marcada también por un alto nivel de abstención que alcanzó un 60%, confirmando la crisis de representatividad que afecta al país, alterado por constantes protestas sociales desde 2011.
La elección, la primera en la que el sufragio fue voluntario y que aumentó el padrón en cinco millones de votantes, hasta llegar a los 13’404.084, cerró incluso con decenas de mesas con cero votos, como sucedió en la populosa comuna Recoleta, al norte de la capital.
Tras los resultados el presidente Sebastián Piñera dijo que la alta abstención es una “señal de alerta” para la democracia de su país. “En esta elección muchos chilenos ejercieron su derecho de no participar (...), esa es una señal de alerta que no debe pasar desapercibida ni nos debe dejar indiferentes”, advirtió.
El portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, anunció que el gobernante cambiará su equipo antes del 11 de noviembre para reemplazar a los ministros que quieran optar al Parlamento.
La abstención, reforzada por llamados de líderes estudiantiles a no votar, fue la mayor de la historia, en medio de un creciente debate a favor de reformar el sistema político y la Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet. “Le dimos voz al descontento”, mencionó la dirigente de los estudiantes, Eloísa González, quien encabezó los llamados a la abstención con la campaña “Yo no presto el voto”.
En los comicios los chilenos votaron para elegir a alcaldes y concejales en las 345 comunas del país, en los que se presentaron más de 11.000 candidatos. La oposición de centroizquierda triunfó con el 43,21% de los votos, frente al 37,57% del oficialismo de derecha, en la elección de alcaldes.
La victoria más emblemática fue la de la independiente de izquierda Josefa Errázuriz en la acaudalada comuna de Providencia, liderada por el alcalde oficialista Cristián Labbe, un ex guardaespaldas de Pinochet. “Esto genera una nueva sensación política”, dijo el ex director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Claudio Fuentes, en alusión a las fisuras que la elección dejó en el bipartidismo que domina a Chile desde el regreso a la democracia en 1990 con la hegemonía de la Alianza y la Concertación por la Democacia.
Otra derrota “dolorosa” para el oficialismo fue la de Santiago, según el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín. En dicha comuna, la líder del Partido por la Democracia Carolina Tohá, ex vocera de Bachelet, venció al alcalde de la Unión Demócrata Independiente, Pablo Zalaquett.
Una victoria sorpresiva fue la de la socialista Maya Fernández, nieta del ex mandatario Salvador Allende, derrocado por el golpe de Estado que encabezó Pinochet en 1973, quien ganó la alcaldía de Ñuñoa, frente al derechista Pedro Sabat.