La Asamblea Nacional Popular (ANP), el máximo órgano legislativo de China, aprobó ayer dos esperados avances en política social y de derechos humanos del régimen comunista, el fin de los campos de reeducación y la relajación de la política del hijo único.

Ambas decisiones han sido tomadas en la última reunión del año de la ANP. Los campos de reeducación mediante el trabajo son abolidos casi 60 años después de que fueran instaurados por el régimen entonces liderado por Mao Zedong.

La ANP especificó que, una vez promulgada la resolución, aquellos que cumplen pena en estos centros serán libres, aunque también ratificó que los castigos que fueron impuestos antes de la abolición son válidos.

El sistema de campos de reeducación fue instaurado en 1957 para posibilitar castigos rápidos a delincuentes menores y ordenar privaciones de libertad de hasta cuatro años sin sentencia judicial.

Respecto a la reforma legal de la política del hijo único, también oficializada, permitirá un segundo vástago a las familias en las que uno de los cónyuges carezca de hermanos. (EFE)