Se han rescatado 111 cadáveres del naufragio de Lampedusa
Italia estaba de luto este viernes después del naufragio de un barco frente a las costas de Lampedusa en el que murieron cerca de 300 inmigrantes del Cuerno de África, reavivando el debate sobre las políticas europeas de inmigración.
Según las autoridades, el barco que se hundió el jueves por la mañana frente a las costas de la pequeña isla siciliana zarpó de Libia con entre 450 y 500 inmigrantes a bordo y sólo unas 155 personas han sido rescatadas vivas, lo que hace temer un balance de aproximadamente 300 muertos, entre ellos muchos niños y mujeres.
"Ya no hay más esperanzas de encontrar a otros supervivientes", declaró un miembro de la Guardia de Finanzas, la policía financiera que opera también en ese sector.
Un total de 111 cuerpos habían sido recobrados y transportados a tierra firme, pero los buzos que exploraron el casco de la embarcación afirmaron haber visto decenas de cuerpos en los alrededores. Los socorristas temen que varios hayan sido arrastrados hacia alta mar por las fuertes corrientes.
Las búsquedas por el momento se encuentran suspendidas, debido al mal tiempo. Éstas se concentran alrededor del casco del barco que yace volcado a 40 metros de profundidad, a 550 metros de la costa de la isla.
El hangar del aeropuerto de Lampedusa se han convertido en un enorme sudario que cubre los 111 ataúdes distribuidos en filas con los cadáveres
"Pasábamos la noche a bordo de nuestro barco. Oímos gritos y nos precipitamos para ver lo que pasaba, y ahí nos encontramos con una situación de pesadilla", contó un comerciante de Lampedusa, Alessandro Marino, uno de los primeros en llegar al lugar del naufragio.
"Vimos un mar de cabezas, no lográbamos cargarlos para salvarlos, estaban cubiertos de aceite", contó a la televisión Rafaele Colapinto, uno de los pescadores que ayudó en la operación de rescate.
Roma decretó duelo nacional, con las banderas a media asta y se observó un minuto de silencio en todas las escuelas.
El viceprimer ministro italiano, Angelino Alfano, presente en Lampedusa, confirmó que el piloto del barco había sido detenido. "Es un tunecino de 35 años que había sido expulsado de Italia en abril", precisó.
Los inmigrantes, en su mayoría somalíes y eritreos, habían salido de las costas libias desde el puerto de Misrata, en la costa de Libia.
"Hay que actuar, en Europa y en África", recalcó el viernes Alfano ante la cámara de diputados. En Europa es necesario cambiar las reglas "que hacen pesar demasiado sobre el país de ingreso la carga de la inmigración clandestina", dijo