Golpistas liberan a primer ministro interino de Burkina Faso
Los golpistas en Burkina Faso liberaron este martes al primer ministro interino, Isaac Zida, poco después de que el ejército entrara en la capital, Uagadugú, para negociar la rendición de los responsables del golpe.
Zida, personalidad clave de la transición, abandonó el palacio presidencial de Uagadugú, donde estaba detenido por sus excompañeros del regimiento de seguridad presidencial (RSP), y se trasladó a su domicilio, en el barrio de los ministerios de la capital, indicaron fuentes oficiales.
"A todos mis hermanos de armas del RSP: vuelvan a las filas del pueblo para que juntos construyamos una nación de paz, justicia y libertad" declaró Zida, según un comunicado.
"Estoy bien pero estoy moralmente dolorido por lo que atraviesa mi país", añadió.
La liberación de Zida había sido adelantada en la víspera por el general Gilbert Dienderé, jefe del regimiento, propulsado al poder por el golpe de estado del 17 de septiembre.
El gobierno decidió "aceptar la liberación del teniente-coronel Isaac Zida como señal de apaciguamiento" ante el proyecto de salida de crisis propuesto por la mediación de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO), dijo Dienderé en un discurso televisivo.
El proyecto contempla una amnistía para los golpistas y la participación de los partidarios del ex presidente Blaise Compaoré en las elecciones previstas antes del 22 de noviembre, lo que provocó la indignación de una parte de la población.
El proyecto debe ser discutido por los jefes de estado de la CEDEAO que se reúnen este martes en Abuja.
Por su parte, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, exhortó a los golpistas a "deponer incondicionalmente las armas" y a "evitar enfrentamientos armados".
El ejército burkinés entró sin resistencia en Uagadugú.
"Todos los cuerpos entraron en Uagadugú" durante la noche, declaró el coronel Serge Alain Ouédraogo, subjefe de la gendarmería burkinesa.
"Ahora hay que obtener la rendición del RSP", sin disparos ni derramamiento de sangre", añadió.
Durante la noche del lunes, columnas del ejército regular llegaron a las puertas de la capital, donde rige un toque de queda desde el jueves. Allí, detuvieron su avance.
Desde el golpe de Estado perpetrado el 17 de septiembre por el Regimiento de Seguridad Presidencial y su exjefe Gilbert Diendéré, el ejército se había mantenido en un segundo plano.
Tras derrocar el régimen de transición iniciado en 2014 con la caída del entonces presidente Compaoré, el general Diendéré, próximo a este último, tomó el poder, rechazando a su vez estar dirigido por el exjefe de Estado.
En las calles de la capital, la mayoría de habitantes consultados el lunes consideraban el plan de la CEDEAO "inaceptable".
"Si tenemos armas, lucharemos con el ejército", estimó Issouf Nikema, un artesano de Uagadugú, tras conocer el avance de los militares hacia la capital burkinesa. (I)