Gobierno mexicano pide a autodefensas bajar las armas y asume seguridad en Michoacán
El secretario (ministro) de Gobernación mexicano, Miguel Ángel Osorio Chong, pidió este lunes a los grupos de autodefensa que abandonen su ofensiva contra un cártel narcotraficante local y aseguró que el gobierno federal asumirá ahora la seguridad en la convulsa región Michoacán (oeste).
"A los grupos de autodefensa se les emplaza a que regresen a sus lugares de origen y se reincorporen a sus actividades habituales. La seguridad de sus comunidades estará plenamente a cargo de las instituciones", dijo el funcionario tras una reunión de seguridad en la ciudad de Morelia, capital de Michoacán.
En esa reunión, el gobierno firmó una serie de acuerdos con el ejecutivo regional de Michoacán para frenar la violencia en la que se ha sumido esta zona, donde los grupos de autodefensa han ido tomando por las armas el control de municipios bajo influencia del cártel Los Caballeros Templarios, pese a la resistencia puntual de narcotraficantes y de pobladores de esas localidades que les han disparado y bloqueado carreteras.
Los grupos de autodefensa surgieron en varios poblados de Michoacán a inicios de 2013, creados por civiles que se dijeron desesperados por la incapacidad de las policías municipales y de las fuerzas de seguridad federales para protegerles de los Templarios.
Los miles de militares y policías desplegados en Michoacán no han evitado la regular toma de pueblos de las autodefensas.
Este lunes Osorio Chong dijo que, a petición de las autoridades de Michoacán, el gobierno federal se encargará ahora "de las labores de protección de habitantes" y advirtió de que "no habrá tolerancia para personas que sean sorprendidas en posesión de armas" no permitidas.
El funcionario invitó a los integrantes de las autodefensas -muchos de los cuales emplean fusiles de alto poder- a incorporarse a los cuerpos policiacos legales si así lo desean.
En otros acuerdos, Osorio Chong también reportó la próxima inauguración de una academia para la formación de policías locales y la asignación de 250 millones de pesos (18,7 millones de dólares) para la "reconstrucción del tejido social" en Michoacán.
El ministro aseguró que la situación de Michoacán es excepcional por la crisis de las instituciones locales -sospechadas de colaborar con el narcotráfico- y de seguridad que sufre desde hace al menos una década.
El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, anunció de su lado que procederá a despachar en Apatzingán, el gran feudo de los Templarios que quieren asaltar las autodefensas, y otras ubicadas en la zona en conflicto "hasta que sus habitantes se sientan seguros y normalicen sus vidas", después de que el año pasado se ausentara durante meses del cargo por una enfermedad que no quiso revelar.
