G20 da directrices a Europa para resolver la crisis financiera
Las potencias del Grupo de países en desarrollo -G20- cerraron ayer, en México, la séptima cumbre de su historia con un mandato clave para sus socios europeos, a los que instan a hacer todo lo necesario para acabar con la crisis financiera, que amenaza al resto del mundo.
En la declaración final de la cumbre, los 20 países que integran el bloque apoyan las reformas que quiere poner en marcha la Unión Europea (UE), como la unión bancaria, pero no deja lugar a dudas y le impone otra tarea titánica. “En un momento de renovadas tensiones en los mercados, los miembros europeos del G20 tomarán las medidas necesarias para salvaguardar la integridad y la estabilidad del área”, afirma la declaración.
En el acta se citan dos medidas concretas que deben abordar los europeos, mejorar el funcionamiento de los mercados financieros y romper el círculo vicioso entre la banca y la deuda soberana.
Las críticas de los países emergentes, que han sido el verdadero motor del crecimiento mundial desde hace dos años, aparecieron durante las discusiones de los líderes. Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica, conocidos como BRCIS, “lamentaron la ausencia de medidas concretas” en la zona euro, explicó Dimitri Peskov, vocero de Vladimir Putin. Esas medidas “no son suficientes para enfrentar los problemas, que en vez de disminuir se agravan”, enfatizó el ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega.
Los líderes europeos se mostraron a la defensiva. “Francamente, no venimos a recibir lecciones de democracia o sobre cómo manejar la economía”, advirtió el presidente de la Comisión Europea, José Barroso.
Grecia ha tenido especial atención en la cumbre, ya que acumula un enorme descontento social por la austeridad dictada por sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que, según el texto, “debe cumplir sus compromisos”. Los conservadores y ganadores de los comicios del domingo pasado, ayer aceleraban las negociaciones para formar un gobierno de coalición con los socialdemócratas e Izquierda Democrática.
En cuanto a España, epicentro de nuevo de la crisis, el G20 dio un espaldarazo a su plan de saneamiento bancario que costará 100.000 millones de euros a la Eurozona.
Sin embargo, pidió claridad a las autoridades europeas sobre los detalles de cómo y cuándo se producirá la petición de fondos.
La canciller alemana, Angela Merkel, habló de la necesidad de que la solicitud de ayuda se formalice pronto y comentó que España aclaró en la reunión que “va a presentar pronto su petición”.
Merkel y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunieron al margen de la cumbre y el estadounidense se mostró “alentado” por las conversaciones.
En tanto, el FMI anunció que alcanzó contribuciones por 456.000 millones de dólares para aumentar su capacidad crediticia para los países afectados por la crisis, tras un fuerte aporte económico de China, Brasil y México.