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El gobierno trata de reducir el extremismo en Reino Unido

Fuerzas británicas buscan a ‘John el Yihadista’ (Galería)

En la iglesia de Eccles, Londres, se realizó una misa en la memoria del taxista y trabajador humanitario Alan Henning. Foto: AFP
En la iglesia de Eccles, Londres, se realizó una misa en la memoria del taxista y trabajador humanitario Alan Henning. Foto: AFP
07 de octubre de 2014 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

Un equipo de combate de las fuerzas especiales británicas (SAS) se apresta a intervenir en las operaciones para la captura del llamado ‘John el yihadista’, el miembro del Estado Islámico (EI) con acento británico que aparece en videos mostrando la decapitación de rehenes.

De acuerdo a un informe del dominical inglés Sunday Times, en un encuentro de autoridades de los servicios de inteligencia, el primer ministro británico, David Cameron, ordenó las indicaciones.

Siempre según esa versión, las SAS buscan ‘vengar’ la muerte por decapitación del taxista británico Alan Henning, asesinado la semana pasada por yihadistas del EI tras haber sido secuestrado en Siria en diciembre pasado.

Henning, de 47 años, se había trasladado a Siria para transportar ayuda a niños sirios refugiados.

Las SAS indicaron que no descansarán hasta ‘capturar o matar’ al joven con acento londinense, supuestamente el británico de 24 años Abdel Majed Abdel Bary, identificado por los servicios secretos británicos MI6 como el decapitador de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, y los británicos David Haines y Alan Henning.

Se trata ahora de uno de los yihadistas más buscados por las agencias de seguridad de Estados Unidos y Gran Bretaña. “Quédense tranquilos, que atraparemos a este bastardo. Eso es seguro. Está bien arriba en nuestra lista de prioridades”, dijo una fuente de las SAS.

‘John el yihadista’, como es conocido Bary entre sus compañeros milicianos, había publicado en marzo último una serie de imágenes repugnantes posando con una cabeza en su mano. Esas fotos que él mismo difundió fueron tomadas en Ragaa, un bastión del Estado Islámico. La foto llevaba la leyenda: “Pasando el rato con mi vecino o lo que queda de él”.

Bary partió a Siria en agosto de 2013, dejando atrás la casa londinense de un millón de libras esterlinas (1,7 millones de dólares) donde había crecido y donde vivía junto a sus 5 hermanos y su madre Ragaa, una enorme vivienda social de 4 pisos provista por la Alcaldía de Westminster para familias refugiadas.

Es el hijo de Adel Abdul Bary, un egipcio que recibió asilo político en Reino Unido en 1990, y que 16 años más tarde fue extraditado a Estados Unidos para ser juzgado por los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses en Tanzania y Kenia, en los que murieron más de 200 personas.

El padre de Bary es considerado por los servicios secretos británicos MI5 y MI6 como un colaborador de Al Qaeda en Londres y uno de los lugartenientes más cercanos de Osama Bin Laden durante los primeros años de la organización terrorista.

Según la prensa británica, Bary se radicalizó mediante el activista político y clérigo islámico Anjem Choudary. “Dejo ahora todo por el bien de Alá”, publicó en octubre pasado en su cuenta personal de Twitter bajo el nombre de “ItsLJinny”. Bary se encontraba ya en una Siria ensangrentada por la guerra civil.

Choudary, a quien los servicios secretos británicos calificaban como una de las personas más peligrosas de Gran Bretaña, había sido director de la Sociedad de Abogados musulmanes y luego del grupo “Islam for UK” (Islam para el Reino Unido), este último un grupo extremista prohibido bajo las leyes antiterroristas británicas que pedía que el país se convierta en un Estado islámico siguiendo los estrictos preceptos de la ley sharía (ley islámica).

Por su parte, el subsecretario general del poderoso Consejo Musulmán de Gran Bretaña (MCB, en sus siglas en inglés), Harun Khan, explicó que la estrategia antiterrorista del gobierno británico para combatir el extremismo no solo falló, sino que provocó un ‘impacto negativo’ en la comunidad musulmana del país.

El funcionario sostuvo en una entrevista con la BBC que la iniciativa oficial titulada ‘Prevenir’, que tiene como objetivo reducir el extremismo y la radicalización en el Reino Unido, ‘alienó’ a muchos jóvenes musulmanes y los ‘empujó’ a terminar en grupos radicales.

La estrategia del gobierno busca impedir a partir de acciones de la Policía que ciudadanos del país “se conviertan en terroristas o apoyen actos de terrorismo”.

Muchos jóvenes ven la iniciativa como un blanco contra ellos y las instituciones a las que están vinculadas y a que se sienten perdidos y privados de su voz, “al no encontrar formas de expresar sus opiniones”, destacó Khan.

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