Fuego pierde fuerza en la región canadiense de Fort McMurray
El incendio en la región de Fort McMurray, en el oeste de Canadá, avanzaban más lentamente a lo esperado este domingo, en tanto se estimó en 1.610 km2 el área de bosques arrasada, menor a lo inicialmente calculado.
La primera ministra de la provincia de Alberta, Rachel Notley, dijo en conferencia de prensa que "el fuego avanzó mucho más lentamente de lo que habíamos temido (el sábado)".
Agregó que la evacuación de las 25.000 personas bloqueadas al norte de de Fort McMurray había concluido este domingo.
Notley también dijo que las viviendas quemadas más alejadas estaban aún a 40 km de la frontera con Saskatchewan, minimizando temores de que el incendio se extendiera a esa provincia.
La víspera los bomberos habían estimado que podían estar ardiendo fuera de control unos 2.000 km2 al este de la ciudad.
Chad Morrison, director de los bomberos de Alberta, describió un panorama un poco más optimista e indicó que, "gracias a la madre naturaleza", con un clima más clemente, y "gracias al trabajo descarnado de todos los bomberos, hemos podido contener la mayoría de las líneas de fuego".
No obstante, la alerta no se levantó para las minas de arena petrolíferas del norte de la ciudad, aunque la amenaza se atenuó. "El fuego se alejó" del sitio de Nexen, del grupo chino CNOOC con solo "daños menores", indicó Morrison.
Los 500 bomberos en Fort McMurray se dedican a preservar las estructuras vitales, como las de telecomunicaciones, electricidad, gas y agua.
Harán falta varios días antes de pensar en retirar los escombros y reparar obras de infraestructura antes de intentar traer de regreso a una parte de los pobladores evacuados del centro y de otros sectores residenciales menos afectados.
"El gas ha sido cortado, la red eléctrica fue dañada, una gran parte de la ciudad no dispone de electricidad en este momento y el agua no es actualmente potable", había dicho Notley el sábado en la noche.
"Hay una gran cantidad de productos o de materiales peligrosos que deber ser retirados, así como muchas otras cosas que hacer antes de que la ciudad tenga las condiciones de seguridad como para que las familias puedan regresar", precisó.
El gobierno ha tomado todas las medidas para ayudar a los habitantes de Fort McMurray, a pesar de que la gran mayoría de las 100.000 personas evacuadas en toda la región ya encontró refugio con amigos o familiares. Otros, a menudo empleados de compañías petroleras provenientes de todas las provincias de Canadá, regresaron a sus lugares de origen.
Día de la madre
Sin embargo, miles están distribuidos en Alberta, en centros de emergencia, campamentos o al borde de las rutas en inmensas caravanas, y necesitan alimentos, ropa o productos de higiene personal.
Al celebrarse este domingo el Día de la Madre en Canadá, al igual que en muchos otros países, se preparaban pequeños eventos en los centros de acogida.
La bombera Laura Pereira distribuía flores en un centro de emergencia. Los niños la rodeaban para obtener alguna margarita para su mama en este domingo que en varios países se celebra el día de las madres.
Pereira y su equipo se tomaron un breve descanso en la dura batalla contra el fuego para entregar las flores que apresuradamente obtuvieron de un florista local.
"Es el día de la madre y ellas deben ser agasajadas en cualquier circunstancia", dijo Pereira a la AFP.
Notley dijo por su parte que "este es un Día de la Madre agridulce para muchas mamás de Alberta, al estar lejos de sus hogares".
"Pero todas ustedes son increíblemente fuertes y espero que puedan encontrar un momentito para ustedes en el día de hoy. Mis pensamientos están con ustedes", agregó.
En Lac La Biche, primera gran localidad al sur de la zona de exclusión, voluntarios distribuían flores junto con paquetes con agua mineral, vestimenta y alimentos donados por los canadienses o la Cruz Roja.
"Es increíble, sencillamente increíble todo lo que se hace (...), ya que muchos pasan necesidad, no tienen nada", admite Sarah a la AFP, una madre de familia evacuada que no sabe dónde pasará los próximos días.
"Como le he dicho a mi hija durante el camino recorrido hasta aquí, lo importante es estar con vida, el resto no son más que cosas materiales", agregó.
Según Paula, voluntaria y coordinadora del centro, las personas que salieron de Fort McMurray están tan angustiadas y ociosas que participan en la distribución de la ayuda y el recibimiento de los recién llegados.
Otra preocupación concierne a la economía y en particular al sector petrolero, varios de cuyos sitios de explotación han sido clausurados. "Evidentemente esto impacta en las operaciones petroleras en la región", afirmó Rachel Notley, quien indicó que los socorristas estaban haciendo todo el esfuerzo "para proteger los sitios".
La caída de la producción podría ser de alrededor de 1 millón a 1,5 millón de barriles diarios y afectar el aprovisionamiento a las refinerías del Medio Oeste de Estados Unidos, declaró Dan McTeague, experto petrolero a la cadena CTV. (I)