La llegada ayer de la delegación estadounidense, integrada por especialistas del FBI y del Ejército, a Nigeria, se vio teñida con la muerte de 30 personas en una explosión, provocada por el grupo radical islámico nigeriano Boko Haram, que hizo volar el puente fronterizo entre el país y Camerún.

La delegación arribó para prestar asistencia en la búsqueda de al menos 300 niñas secuestradas por la secta islamita Boko Haram, el pasado 14 de abril, en una escuela de la localidad Chibok. “Entendemos que el equipo (presente ya en Nigeria) evaluará las áreas en las que puede ayudar, a la espera de un grupo más grande”, aseguró la fuente del Ministerio de Defensa en Abuya, capital administrativa del país africano.

A la llegada de expertos se unió personal de Reino Unido, enviado por el Gobierno de Londres para colaborar en las tareas de búsqueda.

Según la legión británica, el equipo, integrado por especialistas de los ministerios de Defensa, Desarrollo Internacional y Asuntos Exteriores, trabajará a la par con sus colegas estadounidenses y otros para coordinar esfuerzos. También aclaró que se dedicarán a asesorar a las autoridades locales sobre la respuesta ante secuestros y terrorismo, pero sin implicarse en operaciones sobre el terreno.

“El equipo analizará no solo los incidentes recientes, sino también soluciones antiterroristas a largo plazo para evitar ese tipo de ataques en el futuro y derrotar a Boko Haram”, informó el Ministerio de Exteriores.

Otro país que colaborará en la liberación de las menores es España. La vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, adelantó que el Ministerio de Interior ha dispuesto un equipo policial, formado por expertos en redes africanas, que está “a disposición de las autoridades nigerianas cuando lo consideren oportuno”, señaló la funcionaria.

Por lo pronto España espera que las autoridades del país africano acepten la ayuda para poner en marcha el “posible envío”.

El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, agradeció el apoyo ofrecido por esos dos países, además de Canadá, China y Francia. EFE