En Madrid defienden la salud pública
Madrid.-
Decenas de miles de profesionales sanitarios se manifestaron al mediodía de ayer, en el centro de Madrid, en defensa de la sanidad pública y en contra de las recientes reformas promovidas por el gobierno de esta comunidad española.
La quinta gran manifestación de la “marea blanca” fue también la primera del año y la primera tras la aprobación definitiva de un plan con el que se privatiza el 100% de la gestión de 6 hospitales públicos y 27 centros de salud y cuyas consecuencias ya se están notando con el despido de muchos empleados que, según denuncia la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid, llevan años en sus puestos.
Esta organización se está encargando de contabilizar el número de empleados que se han quedado en el paro y el de los que han sido prorrogados, mientras el Gobierno regional insiste en que el número de despidos ha sido mínimo. Muchos de estos trabajadores formaban parte ayer de la “marea sanitaria”.
“Yo era eventual hasta el 31 de diciembre, después de tres años. Como el señor Lasquetty y González se ha empeñado en echarnos a la calle, a la calle hemos ido, pero aquí estamos. Ahora estoy en paro con 55 y con un futuro bastante incierto”, dice uno de los afectados en plena manifestación. Los empleados sanitarios insisten en que los recortes en la plantilla reducirán la calidad asistencial.
Desde Neptuno a la Puerta del Sol la imagen que dejó la manifestación fue muy similar a las cuatro marchas anteriores. Las batas y camisetas blancas se confundían con las pancartas y sábanas escritas con consignas habituales como “Salvan los bancos, cierran hospitales”, “Se vende tu salud”.
Junto a ellas otras pancartas denunciaban el plan de privatización sanitaria como un “crimen legal”. Gritos de protesta grabados en papel y muestras del hartazgo por los recortes, junto a los que han alzado la voz para repetir con fuerza que “Sí se puede” dar marcha atrás a las medidas privatizadoras.
La comunidad sanitaria advierte que las movilizaciones van a continuar, pero son conscientes de que el camino no va a ser fácil.