El Salvador va a las urnas con asignaturas pendientes
La segunda vuelta electoral en El Salvador se realizará hoy entre dos contendientes clásicos, el partido conservador Alianza Republicana Nacionalista (Arena), representado por el alcalde capitalino Norman Quijano, y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que tiene como abanderado al exguerrillero y actual vicepresidente del país, Salvador Sánchez Cerén.
En la primera vuelta del 2 de febrero, Sánchez Cerén obtuvo el 49% de los votos, diez puntos arriba de Quijano, pero requería el 50% más uno para evitar el balotaje.
Según los pronósticos, los diez puntos que ahora le llevaría de ventaja Sánchez Cerén a Quijano hacen previsible que el “Frente” vuelva a contar con mayoría.
Sánchez Cerén, de 69 años, uno de los cinco comandantes históricos del FMLN durante la guerra civil (1980-1992), es el actual vicepresidente del primer gobierno de izquierda de El Salvador, encabezado por Mauricio Funes.
Ha prometido profundizar los programas sociales de la actual administración, que lograron reducir en casi seis puntos porcentuales la pobreza, hoy de 40% de los 6,2 millones de habitantes, según el PNUD.
Quijano, de 67 años, busca recuperar el gobierno que controló Arena durante 20 años (1989-2009) prometiendo “mejorar” la plataforma social que existe y atacar la delincuencia.
“Espero cambios verdaderos contra la delincuencia y empleos para los jóvenes que deseamos tener un salario”, declaró Omar Caballero, estudiante que espera graduarse de chef en un año.
Al ganador le espera el desafío de la delincuencia común y las pandillas (maras) que, a pesar de que pactaron una tregua hace dos años, mantienen una intensa actividad extorsiva para financiarse.
La polémica tregua, que redujo de 14 a 6,8 los homicidios diarios, tuvo poco relieve en la campaña del balotaje y la propuesta de los candidatos coincidió en que impulsarán programas de prevención y apoyo a la Policía.
“Suena más elegante y cómodo para los candidatos hablar de programas de apoyo a jóvenes en riesgo, pues eso no los obliga a acabar con un problema complejo de inseguridad”, declaró a la AFP el criminalista y analista Carlos Ponce.
Para el experto en seguridad Juan Ramón Medrano, lo prioritario es “readaptar” a los 10.000 pandilleros encarcelados y evitar que los 50.000 que operan en las calles “sigan reclutando”.
“La violencia de El Salvador es muy complicada, pues a diferencia de México y el narcotráfico o Colombia con la guerrilla, tiene su origen en el problema de las maras, similar al caso de Honduras. Son los problemas sociales los que hacen que muchos jóvenes no vean alternativa a la pertenencia a las maras, que llegan a sustituir no solo a la familia sino al Estado”, afirmó Elena Martínez Barahona, politóloga de la Universidad de Salamanca a la cadena alemana Deutsche Welle.
El próximo gobierno deberá, también, adoptar medidas para acelerar el crecimiento económico, de un modesto 1,9% en 2013.
Según el economista Juan Héctor Vidal, deberá buscar “un pacto fiscal” para evitar que aumente la deuda externa que en 2012 era de 13.596 millones de dólares. A mantener a flote la dolarizada economía salvadoreña contribuyen las remesas que envían los salvadoreños desde el exterior, que en 2013 alcanzaron 3.969 millones de dólares.
