Texas.-

El huracán Harvey, que amenaza a la costa del estado de Texas (EE.UU.) con poderosos vientos sostenidos de 200 kilómetros por hora, subió la tarde de ayer a categoría 3 de 5 en la escala de intensidad de Saffir-Simpson, según el boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, que advirtió de las posibles “catastróficas inundaciones” que puede causar cuando toque tierra hoy.

Los meteorólogos prevén que Harvey siga fortaleciéndose en las próximas horas y que llegue hoy como huracán de categoría mayor (4 o 5) a la costa de Texas.

Por este motivo, las autoridades locales de la ciudad costera estadounidense de Corpus Christi, situada a 355 kilómetros al sudeste del ojo del huracán, recomendaron a sus 325.000 ciudadanos que la evacúen y se desplacen a zonas del interior del estado.   

“El Alcalde recomienda que evacúe especialmente si vive en zonas bajas de la ciudad”, escribió en español la cuenta de Twitter de Corpus Christi, ciudad con el 62% de población hispana.

Con el fin de evacuar estas zonas, las autoridades locales habilitaron líneas de autobús para las personas que no tienen vehículo para desplazarse hasta San Antonio, unos 225 kilómetros al interior de Corpus Christi. “Los residentes deben llevar lo necesario para tres o cuatro días”, recomienda la Alcaldía. En cuanto al tráfico aéreo, American Airlines cesó sus operaciones y las compañías United y Southwest operaron solamente durante las primeras horas de ayer en el aeropuerto internacional de Corpus Christi.

Regiones en riesgo

El NHC advirtió del peligro de marejadas ciclónicas, es decir el aumento del nivel del mar, y de las consecuentes inundaciones “devastadoras” con riesgo mortal en zonas costeras de Port Mansfield y High Island.

Por ello los ciudadanos acudieron a los supermercados, dejando estanterías y almacenes vacíos. Los dueños de los establecimientos y viviendas también colocaron tablones en las ventanas y puertas para intentar reducir los daños materiales.

El presidente Donald Trump pidió en Twitter a los ciudadanos de su país que se preparen adecuadamente para el paso de Harvey, mientras que la Casa Blanca dijo que estaba lista para ofrecer recursos federales a las zonas afectadas.

Harvey, que es la primera tormenta importante de la temporada de huracanes del Atlántico, precipitará  89 centímetros de lluvia en varias regiones de Texas desde hoy hasta el miércoles próximo.
Houston será bañado con 50 cm de lluvia y corre el riesgo de sufrir peligrosas inundaciones súbitas.

El jefe de la  agencia federal de gestión de emergencias (FEMA), Brock  Long, dijo que el peligro mayor es la marejada, que puede subir entre 1,8 y 3,7 metros sobre el nivel regular del mar en las zonas más afectadas de la costa de Texas.

Con un tercio de la capacidad de refinación petrolera del país bajo amenaza, compañías energéticas evacuaron a su personal de las plataformas de petróleo y gas en el corazón de lo que se llama ‘The refinery row’, o corredor de refinerías.

De acuerdo a la Oficina de Seguridad y Medio Ambiente, una plataforma de perforación petrolera en el Golfo de México fue evacuada, así como otras 39 plataformas que trabajan con personal a bordo. Estas representan el 9,5%% de la producción petrolera y el 14,7% de la producción de gas natural en el Golfo. En el vecino estado de Luisiana, la tormenta azotará durante días y puede afectar seriamente la ciudad de Nueva Orleans, que con su sistema de diques es propensa a las inundaciones.

El gobernador John Bel Edwards emitió una declaración de emergencia para todo el estado y se alistaron cientos de botes para emprender posibles rescates, así como medio millón de bolsas de arena para combatir las inundaciones.    

En Nueva Orleans, donde el huracán Katrina en 2005 causó graves inundaciones y mató a 1.800 personas, el alcalde Mitch Landrieu dijo que ya se tenían preparados vehículos y botes de rescate, aunque no se ordenaron evacuaciones. (I)

DATOS

Los ciclones como Harvey, que ayer se dirigía hacia Texas, son depresiones que en contacto con los mares cálidos van creciendo hasta convertirse en tormentas devastadoras cuando alcanzan la costa y el interior.

En 2005, Katrina (categoría 3) devastó Nueva Orleans y dejó unos 1.800 muertos en Luisiana y en los Estados vecinos.

La escala de Saffir-Simpson, que establece categorías del 1 al 5, en el Atlántico Norte, eleva una tormenta al estado de ciclón cuando los vientos superan los 118 km/h.

Los ciclones se forman únicamente en los mares cálidos y deben reunir varias condiciones: un agua superior a 26º C y una concentración suficiente de humedad.

Estudios apuntan a  que en el futuro los ciclones del Atlántico Norte podrían desplazarse desde el mar del Caribe y el golfo de México hacia la costa Este de Estados Unidos.