El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el miércoles su primer ataque contra el Estado paquistaní, un asalto mortífero contra un consulado de ese país en el este de Afganistán, donde los yihadistas están implantados desde hace unos meses.

Históricamente, Pakistán es el principal apoyo de los talibanes afganos, enemigos jurados del EI, en su insurrección contra el gobierno de Kabul y las tropas extranjeras de la OTAN.

El ataque tuvo lugar dos días después de una primera reunión cuatripartita organizada entre China, Estados Unidos, Pakistán y Afganistán en Islamabad, la capital paquistaní, para tratar de relanzar el proceso de paz entre el gobierno afgano y los rebeldes talibanes.

El ataque, que se produjo el miércoles en Jalalabad, gran ciudad del este afgano cerca de Pakistán, comenzó con un atentado suicida y continuó con la toma de un inmueble adyacente al consulado paquistaní, en donde hombres armados se atrincheraron durante varias horas.

En total, "siete soldados y policías murieron y otros siete resultaron heridos", declaró Sediq Sediqqi, portavoz del ministerio afgano del Interior. Los tres atacantes murieron.
Las autoridades paquistaníes aseguraron que los empleados del consulado están a salvo.

En un comunicado en árabe, los yihadistas del EI explicaron que el ataque fue llevado a cabo por tres combatientes, dos de los cuales hicieron estallar las cargas explosivas que llevaban consigo.

La organización yihadista aseguró que el ataque causó la "destrucción" del consulado y la muerte de "decenas" de empleados y agentes de inteligencia paquistaníes, a los que califica de "apóstatas".

Las autoridades paquistaníes tienen un miedo extremo a la amenaza del EI y niegan que la organización esté activa en su territorio, donde una multitud de grupos armados como Al Qaida y los talibanes paquistaníes ya están llevando a cabo su propia insurgencia.

"Asustar a los civiles" 

Por lo tanto, el ataque a Jalalabad, "el primero del EI contra el Estado paquistaní", es rico en símbolos, estimó Muhamad Amir Rana, un analista paquistaní.

Los yihadistas de EI, cuya organización ocupa grandes extensiones de territorio en Siria e Irak, podrían querer "asustar" a los civiles que se encontraban en el consulado para solicitar un visado, "porque el EI no quiere que la población huya de las zonas bajo su control", añade.

La implantación progresiva de combatientes del EI a principios de 2015 en la provincia de Nangarha, de la que Jalalabad es la capital, ha provocado la huida masiva de los civiles debido a la brutalidad de los yihadistas, que han decapitado a policías y soldados, y exhibido las cabezas.

A diferencia de los talibanes que luchan contra el régimen de Kabul y las tropas extranjeras en Afganistán, el IE tiene objetivos internacionales. En nombre de esta ambición proclamaron hace un año la "provincia de Jorasán," una región que incluye Afganistán, Pakistán y partes de los países vecinos.

A menudo, los insurgentes que alegan ser del EI son ex talibanes decepcionados con sus líderes que les escondieron durante dos años la muerte de su líder histórico, el mulá Omar. (I)