El Canal de Panamá está en el limbo
Cien años después de su inauguración, el Canal de Panamá, por el que navega el 5% del comercio marítimo mundial, afronta una crisis que amenaza el megaproyecto de construcción de su tercer juego de esclusas, previsto para concluir en 2015.
Las obras se detuvieron el miércoles luego de que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), encargado de los trabajos, fracasaron en alcanzar un acuerdo para refinanciar el proyecto.
El GUPC, liderado por la empresa española Sacyr, ganó en julio de 2009 la licitación al presentar la mejor evaluación técnica y el menor precio, $ 3.118 millones, inferior en $ 363 millones a lo presupuestado por la ACP, para el tercer juego de esclusas -obras hidráulicas que elevan o descienden los cargueros del nivel del mar al nivel de canal- con lo cual Panamá espera estar a la par con los nuevos estándares de la industria marítima.
Sin embargo, desde el pasado diciembre pide $ 1.600 millones para terminar la construcción y amenazó con paralizar la obra en caso de no recibir dicho pago, algo a lo cual se ha negado el Gobierno panameño.
El consorcio argumenta que los sobrecostos se originan por problemas en los estudios geológicos conducidos por la Administración del Canal que llevaron a gastar más debido al terreno mojado -lo que obliga usar otro tipo de maquinaria y dragar más profundo- y el basalto encontrado -fuente para el hormigón de la obra- no era el esperado obligando a incurrir en más costos.
Ya en 2009 había dudas sobre si el consorcio cumpliría con un precio tan bajo. Su competidor, grupo liderado por la estadounidense Bechtel y que pasó un precio de $ 4.300 millones, dijo que el valor pasado por el GUPC era tan bajo que no daría ni para poner el hormigón.
Ante la inminente gravedad del paro de este proyecto, el consorcio sigue haciendo propuestas a la ACP para llegar a un acuerdo que permita concluir la obra. Sin embargo, el administrador de la vía, Jorge Quijano, dijo ayer que “el Canal se va a terminar en 2015 con o sin el GUPC”, incluso rumores que se filtran, dicen que autoridades de la ACP y la constructora Bechtel hablan de posibles negociaciones.
El impacto
La suspensión de las obras no solo pone en el limbo la expansión del Canal sino 10.000 puestos de trabajo, muchos de los trabajadores ya fueron despedidos por el consorcio.
“El futuro de los trabajadores y lo que está ocurriendo con las obras es de total incertidumbre. Aquí hay una crisis que no sabemos por dónde va a reventar”, dijo Saúl Méndez, secretario general del Suntracs, el poderoso y beligerante sindicato de la construcción de Panamá.
La paralización de las obras también tiene un fuerte impacto en la economía panameña: los analistas estiman que el país dejará de recibir entre $ 300 y $ 400 millones anuales si no continúa la ampliación, que permitiría que circularan por la vía 600 millones de toneladas al año frente a las 300 actuales.
El megaproyecto preveía doblar la capacidad del Canal y permitir más tráfico. Hasta el momento el carguero más grande que entra es de 965 pies de largo por 106 pies de ancho. Con la nueva construcción se pueden acomodar cargueros de 1.400 pies de largo por 155 pies de ancho. Los ingresos del Canal representan unos $ 960 millones, anuales, cerca del 10% de los ingresos fiscales totales.
