En 2015 murieron 18.802 civiles a consecuencia de la guerra en el país
El Estado Islámico tiene 3.500 esclavos en Irak
El Estado Islámico (EI) mantiene a 3.500 personas como esclavos, la mayoría son mujeres y niños yazidíes. Al mismo tiempo ha endurecido su régimen marcado por las ejecuciones en público y la violencia sin fin, que “en algunos casos equivaldrían a crímenes de guerra, contra la humanidad y posiblemente genocidio”.
De acuerdo con un informe elaborado por la Misión de Asistencia de la ONU para Irak (Unami) y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, 18.802 civiles murieron y otros 36.245 resultaron heridos a consecuencia de la violencia en Irak entre enero y octubre de 2015.
El documento reveló además que 2,3 millones de personas fueron desplazadas por el conflicto armado en ese país, al intentar escapar de los abusos. El informe, dado a conocer este martes, fue realizado en base a testimonios de víctimas, supervivientes o testigos de violaciones de los derechos humanos.
El EI cometió abusos generalizados que “en algunos casos podrían equivaler a crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y posiblemente genocidio”.
“Se ha podido demostrar la intención de acabar total o parcialmente con comunidades enteras, incluyendo a los yazidis”, declaró el director de Derechos Humanos de la Unami, Francesco Motta.
De acuerdo al experto, unas 3.500 personas “son retenidas actualmente como esclavos por el Estado Islámico”.
Además, destacó que los retenidos son predominantemente mujeres y niños, proceden principalmente de la comunidad yazidí, “pero algunos también son de otras comunidades y minorías étnicas y religiosas”.
La investigación denunció ejecuciones por disparos, decapitación, con excavadoras, de personas quemadas vivas y lanzadas desde lo alto de edificios. Uno de los aspectos más preocupantes para la ONU es la evidencia del asesinato de niños soldados que trataban de escapar.
La organización verificó informaciones que sugieren que entre 800 y 900 niños en Mosul han sido secuestrados para recibir entrenamiento militar y religioso.
El documento de la Unami también documenta presuntas violaciones y abusos de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes y los grupos que los apoyan, incluidas las milicias tribales, así como los peshmergas kurdos.
En este sentido, denunció asesinatos ilegales y secuestros por estas fuerzas, algunos de ellos como presunta “represalia contra personas percibidas que apoyan o están vinculadas con Estado Islámico”.
El informe indica que miles de civiles son víctimas de las “restricciones impuestas por el Gobierno a su capacidad de acceder a zonas seguras” en su huida de la violencia y cuando lo consiguen en algunos casos son objeto de “detenciones arbitrarias”, mientras que otros son expulsados.
Zeid Raaad al Hussein, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, dijo que “incluso las obscenas cifras de víctimas no logran reflejar de forma precisa lo que sufren los civiles en Irak”.
“Las cifras incluyen a aquellos que fueron asesinados o amputados por la violencia abierta, pero incontables más han muerto por la falta de acceso a alimentos básicos, aguas o atención sanitaria”, agregó.
Según Al Hussein, el informe ilustra el “horror” del que los refugiados iraquíes están tratando de escapar cuando se dirigen hacia Europa y otras regiones.
La coalición se reúne en París
La coalición de 7 países, que dirige Estados Unidos y lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, se reunió ayer en París con el objetivo de movilizar más medios militares contra la organización, que cede terreno en esos países, pero progresa en Libia.
Precisamente, el martes se formó en Libia un gobierno de coalición para terminar con la crisis política que vive el país. El objetivo es frenar las operaciones del EI en territorio libio.
Mientras tanto, las conversaciones promovidas por las Naciones Unidas para el próximo 25 de enero, en Ginebra, sobre una solución política en Siria se anuncian arduas. Esto debido a que los principales participantes siguen sin estar de acuerdo sobre la composición de la delegación de la oposición siria que asistirá a la cita y sobre el futuro del presidente Bachar Al Asad. (I)