El sistema de tribunales de inmigración de Estados Unidos se enfrenta a una acumulación de 850.000 peticiones de asilo y en el país hay solo 450 jueces para manejarlos.

De acuerdo con el diario The Washington Post, se acumulan nuevas solicitudes de asilo y otros reclamos, lo que genera retrasos a las familias centroamericanas que llegan en números récords. 

Los inmigrantes arrestados saben que deben permanecer en el territorio años mientras esperan una resolución sobre su caso.

Los críticos del presidente Donald  Trump lo culpan de que el enfoque de su administración -de arrestar a más personas que no pueden ser deportadas- agudiza el problema.

Desde que el mandatario asumió el cargo el retraso se incrementó a 200.000 casos.

Bajo este contexto, el lunes Trump dio 90 días de plazo a   su administración para redactar nuevas regulaciones que exijan a los tribunales  ajustar el requisito existente para adjudicar casos de asilo en el plazo de 180 días.

Las medidas buscan disuadir las nuevas peticiones de asilo imponiendo tarifas a los solicitantes y limitando su capacidad para calificar a permisos de trabajo mientras esperan que se escuchen sus reclamos.

Trump espera que un examen rápido de las solicitudes de asilo, y tal vez un obstáculo más alto para establecer un “miedo creíble” de regresar a sus países de origen, disuada a más personas, especialmente a las que cree que   juegan con el sistema.

La emisión de los permisos de trabajo permite a los solicitantes de asilo mantenerse ellos mismos y no depender de la asistencia de los contribuyentes; pero el Instituto de Política de Migración no partidista indicó en un informe el año pasado que un número elevado de permisos también podría ser una señal de abuso.

Muere menor en custodia
Un menor guatemalteco no acompañado que entró a Estados Unidos de forma irregular falleció, el martes pasado, en un hospital de Texas cuando estaba bajo custodia de las autoridades.

El joven, de 16 años, cuya identidad no ha sido divulgada pasó varios días en la unidad de cuidados intensivas de un hospital, luego de  enfermarse en el centro de acogida en el que estaba recluido desde el 20 de abril.

Este es el tercer menor guatemalteco que fallece en custodia. Los otros tenían 7 y 8 años. (I)