El gobierno tilda de sediciosas a las protestas
Crisis militar en Bolivia trae incertidumbre
A menos de un día de que anunciaran frenar las protestas suboficiales y sargentos de las Fuerzas Armadas bolivianas (LOFA) volvieron a amotinarse en medio de incertidumbre por las acciones que tomarían los involucrados en la ‘sedición’, como ha calificado el Gobierno de Bolivia.
Ayer estaba previsto que un grupo de sublevados iniciara una marcha “pacífica”, según Lorgio Cartagena, uno de los voceros de los militares, por varias calles de La Paz, acompañados de esposas e hijos, además de militares de esos rangos procedentes de los departamentos de Santa Cruz, Oruro y Beni.
También desvirtuó un diálogo que mantiene el comando en jefe de las Fuerzas Armadas con denominados ‘suboficiales comando’ para discutir una agenda de 18 puntos.
Los manifestantes exigen la modificación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA) para evitar prácticas discriminatorias en la institución.
Además, piden que se reivindique el acceso a estudios superiores; atención en hospitales militares, como tienen uniformados de alta graduación; ascensos de rango y mejoras salariales.
Por otra parte, se conoció que el 80% de los 700 sargentos y suboficiales expulsados de la LOFA retornó a sus puestos.