Gran Bretaña, uno de los países más multiculturales y de diversidad étnica de Europa, registra preocupantes niveles de xenofobia y antiinmigratorios por parte de la población, con una mayoría de británicos que quiere una reducción masiva en el número de extranjeros, según un informe dado a conocer en Londres.

De acuerdo al estudio titulado ‘British Social Attitudes’ (Actitudes sociales británicas), y elaborado por el organismo NatCen Social Research, aumenta la hostilidad de la población por el nivel actual de inmigración en el Reino Unido y se ha exacerbado tras la finalización de restricciones laborales a inmigrantes europeos provenientes de Bulgaria y Rumania.

El informe destacó que el 77% de los británicos apoya la reducción de los niveles de inmigración.

Del total de los consultados, un 56% dijo que quiere un recorte “masivo” del número de inmigrantes que logran conseguir la residencia permanente en el Reino Unido, en tanto que un 21% solo quiere reducciones “mínimas”.

El número de británicos que está a favor de recortes sustanciales en los niveles de inmigración aumentó de 39% en 1995 a 49% hace una década.

Sin embargo y a pesar de especulaciones de los tabloides sensacionalistas británicos acerca de que la llegada masiva de inmigrantes hará reducir los salarios e incrementará el desempleo en el país, el estudio dado a conocer en Londres también reveló que la proporción de aquellos que cree que la inmigración “es mala para la economía” cayó de 52% en 2011 a 47% el año pasado.

Un 31% incluso consideró que la inmigración extranjera ayuda a la recuperación económica de Gran Bretaña.

Del total de los entrevistados, el 34% dijo que la inmigración enriquece la vida cultural del país, comparado con un 45% que opinó lo contrario.

Los resultados del sondeo fueron dados a conocer en el marco de un documental de la BBC de Londres, titulado ‘La verdad acerca de la inmigración’, que acusa al gobierno de generar un clima de “xenofobia” y “racismo”.

La encuesta también da cuenta que el tema de la inmigración es cada vez más divisorio en materia social y política.

Más de la mitad de los electores conservadores consultados, un 52%, cree que la cultura y tradiciones británicas se ven amenazadas por la inmigración masiva, comparado con solo un 20% de los votantes liberales democráticos que opinan de esa forma.

Mientras tanto, el 40% de los electores laboristas considera que la llegada de extranjeros es mala para la economía y un 36% opina que por el contrario, la inmigración es beneficiosa para las finanzas del país.

La postura más positiva fue expresada por los graduados, ya que un 60% consideró que la inmigración es buena para la economía británica. Del conjunto de los graduados con trabajos altamente remunerados, el 48% opinó que los inmigrantes son beneficiosos para Gran Bretaña.

Penny Young, directora ejecutiva del NatCen Social Research, declaró que las conclusiones del sondeo dan cuenta de la complejidad del tema que deben enfrentar los políticos ante dos elecciones en 18 meses (las europeas y nacionales) y revela, además, opciones limitadas si quieren intentar reducir el nivel de inmigración proveniente de Europa.

“La población considera, en términos generales, que el nivel de inmigración en el país es demasiado elevado, pero hay marcadas divisiones sociales sobre los beneficios económicos y culturales que llegan con la inmigración”, agregó.

Por su parte, la ministra del Interior británica, la conservadora Theresa May, indicó a la cadena de noticias BBC que el problema en el pasado “fue que hubo una presunción generalizada acerca de que la inmigración era siempre algo bueno para la economía”.

“No creo que este tema se haya analizado lo suficientemente en detalle para reconocerse el impacto que tuvo en la población en general”, manifestó la funcionaria.

Sin embargo, la laborista Yvette Cooper, ministra del Interior en la sombra, opinó que la problemática “requiere de un debate más calmo, medido y sensato”.

Para más de medio millón de alumnos de las escuelas británicas, el inglés no es el primer idioma; 567.888 niños entre 4 y 11 años hablan en casa alguna del centenar de lenguas vernáculas de los países de origen de la inmigración, incluido el chino, el árabe y el español.

Datos oficiales divulgados en agosto indicaron que aumentó la migración neta al Reino Unido a 176.000 personas en el año que culminó en diciembre de 2012.

De acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), 497.000 inmigrantes arribaron a Reino Unido y 321.000 personas abandonaron el país en ese período.