El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llamó ayer al Gobierno y a la oposición de Siria a poner fin a la violencia armada en todas sus formas en un plazo de 48 horas a partir de la aplicación de las medidas aceptadas por las autoridades.

Esas acciones, que deben ser cumplidas el 10 de abril, son el cese de los movimientos de tropas hacia los centros urbanos y del uso de armas pesadas y el inicio de la retirada de las concentraciones militares de esas poblaciones y sus alrededores. Se trata de los pasos propuestos  por el enviado especial de la ONU para Siria, Kofi Annan, y aceptadas por el gobierno del presidente sirio, Bashar Al Asad. 

En una nueva declaración aprobada por unanimidad, el Consejo de Seguridad subrayó la importancia de un mecanismo eficaz y fiable de supervisión de las Naciones Unidas en Siria para vigilar el cese de la violencia armada “en todas sus formas y por todas las partes”.

Kofi Annan informó ayer a la Asamblea General sobre la marcha de sus gestiones como mediador para trabajar por un arreglo a la crisis en Siria. En su comparecencia ante la Asamblea mediante videoconferencia desde Ginebra, el mediador reiteró que el cese de la violencia es el primer paso hacia el diálogo entre el Gobierno y la oposición para un sistema político plural.

El enviado de la ONU puntualizó que el fin de las acciones armadas debe producirse a las 06:00  (hora local) del próximo 12 de abril. “Insto al Gobierno y a los comandantes de la oposición a dar instrucciones claras de manera que el mensaje llegue a todo el país, incluidos a los combatientes y los soldados a nivel local”, enfatizó. El vocero oficial del mediador de Siria, Ahmad Fawzi, anunció, por su parte, que el Gobierno sirio inició el retiro de sus tropas de varias regiones clave del país. 

El portavoz comunicó que la información fue suministrada por las autoridades de ese país y que el repliegue de las fuerzas militares tiene lugar en las provincias de Daraa y Idlib y en el poblado de Zabadabi, al norte de Damasco, la capital.