El Congreso chileno aprobó este miércoles la ley que habilita el voto de los chilenos en el extranjero, lo que les permitirá participar por primera vez a partir de 2017 en unas elecciones primarias, presidenciales o plebiscitos.

Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando unos 100.000 chilenos salieron al exilio, quienes vivían en el exterior no fueron incluidos en los procesos electorales, mientras que en 25 años de democracia no prosperó ninguna iniciativa para establecer su derecho al voto.

La nueva normativa que regula el voto de los chilenos en el exterior fue aprobada en la Cámara de Diputados, dos años después de que una reforma impulsada por la presidenta Michelle Bachelet permitió incluir en la Constitución el derecho a voto en el extranjero.

"Es un día histórico, finalmente ha terminado el proceso constitucional para aprobar le ley orgánica que permite el voto de los chilenos en el exterior", afirmó el canciller chileno, Heraldo Muñoz, tras la aprobación de la norma.

La nueva ley indica que las personas que deseen ejercer su derecho a voto deberán inscribir "su domicilio electoral en el extranjero" ante un Consulado de Chile o la Jefatura Nacional de Extranjería y Policía Internacional de la Policía de Investigaciones, al momento de entrar o salir del país, explicó un comunicado de la Cámara de Diputados.

Los inscritos formarán el padrón electoral de chilenos en el exterior, mientras que cada Consulado de Chile deberá conformar una Junta Electoral integrada por el cónsul, que la presidirá, y otro funcionario del servicio exterior. El personal de embajadas y consulados no podrán participar en actividades de campaña electoral.

La Junta Electoral elegirá a tres vocales para constituir las mesas de votación que deberán instalarse en el Consulado chileno y dependiendo de la cantidad de votantes, se dispondrán más recintos electorales.

El voto en el exterior fue tratado por primera vez por el Congreso de Chile en 1991, después de acabada la dictadura de Pinochet, como una aspiración de las bancadas de izquierda, que agrupa a miles de exiliados entre sus simpatizantes.

La aprobación de la norma va en beneficio de unos 500.000 de los 850.000 chilenos que viven en el exterior, según datos de la cancillería. (I)