China y Rusia impiden a la ONU implementar plan árabe
El doble veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la Organización Naciones Unidas (ONU) impidió al máximo órgano de seguridad internacional hablar con voz única ante la situación que vive Siria.
Tras ese rechazo, los trece países que sí votaron a favor de esta resolución, respaldada por árabes, europeos y estadounidenses, colocaron sobre Moscú y Pekín la responsabilidad sobre la situación futura de Siria, en donde las fuerzas de seguridad protagonizaron un nuevo episodio, causando, según la oposición siria, al menos 260 muertes.
De “vergonzosa”, “escandalosa”, “imperdonable”, “inaceptable” y “cómplice” calificaron la mayor parte de los países la decisión de Rusia y China, que justificaron sus respectivas posiciones con el argumento de que ambas partes deben poner fin a la violencia y en evitar la injerencia en asuntos internos.
El embajador ruso, Vitali Churkin, justificó su rechazo señalando que la resolución -que buscaba una salida a la crisis de Siria mediante el apoyo al plan de transición propuesto por la Liga Árabe- pedía “un cambio de régimen” en Siria, a lo que Rusia se opone.
Churkin acusó a “algunos influyentes miembros” de la comunidad internacional de “haber erosionado la oportunidad de (llegar) a un acuerdo político, pidiendo un cambio de régimen y respaldando a los opositores”, al tiempo que subrayó que su rechazo a la resolución “nunca ha sido un secreto”.
Esta es la segunda ocasión en cuatro meses que esos dos países vetan una resolución de condena del Consejo al régimen dictatorial del presidente sirio, Bachar Al Asad, cuya violenta represión ha causado más de 6.000 muertes en los últimos meses, según el embajador británico, Mark Lyall Grant.
“Estados Unidos está asqueado”, afirmó su embajadora, Susan Rice, al tiempo que aseguró que durante varios meses “este Consejo ha sido rehén de dos miembros” y agregó que “esa intransigencia es más vergonzosa, si cabe, cuando uno de los miembros de este órgano proporciona armas a ese país”, en referencia a Rusia, el principal proveedor de armas de Damasco.
“Es un día triste, pero no nos pararemos aquí. Seguiremos trabajando con la Liga Árabe, su plan está encima de la mesa”, afirmó el embajador de Francia, Gérard Araud, que insistió en que se seguirá “intensificando la presión” para que la Unión Europea (UE) amplíe las sanciones contra Damasco. Acusó a Rusia y China de ser “cómplices de la política de represión del régimen sirio”.