Argelia confirma muertes en operación militar para liberar rehenes
El Ejército de Argelia puso fin a la operación para liberar a los trabajadores locales y decenas de extranjeros que islamistas armados mantenían retenidos en unas instalaciones de gas de ese país, informaron fuentes oficiales.
El ministro de Comunicación argelino, Mohamed Said, anunció que "un número importante de terroristas ha sido neutralizado" en la acción militar y lamentó que se produjeran "algunos muertos y heridos", sin ofrecer aún cifras exactas.
Añadió que en un primer momento se dio prioridad a "la búsqueda de una solución pacífica para lograr un desenlace feliz", pero que sin embargo, los islamistas "mostraron una clara voluntad de salir de Argelia llevándose a los rehenes extranjeros", para luego usarlos para hacer "chantajes".
Said acusó a una "multinacional terrorista que procura involucrar" a Argelia en el conflicto malí, "desestabilizar" al Estado argelino y "destruir su economía".
El ejército lanzó hoy la operación contra el sitio gasífero de In Amenas, en el centro este de Argelia, donde centenares de trabajadores argelinos y unos cuarenta extranjeros fueron tomados como rehenes el miércoles por el grupo.
En este operativo, el Ejército liberó a 600 rehenes argelinos y cuatro extranjeros, según la agencia estatal APS.
Las informaciones extraoficiales daban cuenta más temprano de bajas entre los rehenes y los militantes rebeldes. Un portavoz del grupo autor del plagio había indicado a la agencia mauritana Nuakchott information (ANI) que 34 de los secuestrados y 15 de sus plagiadores murieron en la intervención militar.
El grupo radical cercano a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) asumió ayer la autoría del secuestro en la instalación gasística, operada por la argelina Sonatrach, la británica BP y las noruega Statoil.
Afirmó que se trataba de represalias por la intervención militar francesa en Malí.
Naciones Unidas condenó hoy el ataque islamista. En tanto que los gobiernos de Francia, Inglaterra, Noruega, Estados Unidos, Japón, entre otros, también han expresado su rechazo e indicado que ciudadanos de sus países estaban entre los rehenes.