Publicidad

Ecuador, 04 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Los pequeñísimos “duros”

Los pequeñísimos “duros”
01 de junio de 2014 - 00:00

La noticia de que Encélado, una de las lunas de Saturno, contiene un enorme mar subterráneo vuelve a confirmar que el agua en el sistema solar es  más común de lo que se pensaba. Está probado que en Europa y Titán, satélites de Júpiter y Saturno, respectivamente, hay océanos más grandes que los nuestros.

Y que casi seguramente existen depósitos subterráneos en Marte y hasta en la polvorienta Luna.
Lo interesante es que en Encélado y Europa se han detectado enormes chorros de vapor de agua, lo que hace pensar que tal vez exista algún tipo de actividad volcánica que impide que se congele. Porque la clave no es tanto que haya agua, sino que esté en forma líquida, una de las pocas condiciones indispensables para que se pueda desarrollar algún tipo elemental de vida.
No hablamos de seres inteligentes, sino de microorganismos capaces de vivir en condiciones extremas. Y esta esperanza está basada en hechos comprobados.

¿Qué es la vida?

Hace apenas medio siglo se creía que la vida en la Tierra solo podía prosperar en regiones con temperaturas ideales, estaciones regulares, luz en abundancia, etc., pero desde entonces se han descubierto pequeños organismos capaces de sobrevivir en condiciones que parecen letales. Se los bautizó con el nombre de “extremófilos”, es decir, amantes de las condiciones extremas.

Están las Pyrolobus que viven en las fumarolas volcánicas y solo se multiplican por encima de los 105 grados de temperatura. En la estratósfera -más alto de lo que vuelan los aviones- pululan otras bacterias que son resistentes a los rayos ultravioletas. Se ha encontrado una colonia  activa en la oscuridad de la Fosa de las Marianas, a 11 km bajo el agua. Otros microorganismos toleran altas concentraciones de metales o del venoso arsénico. Y está la Deinococo, jocosamente conocida como ‘Conan la bacteria’, que sobrevive a la radiactividad usando un mecanismo de autorreparación del ADN. Puede vivir hasta en reactores nucleares.

Se ha localizado en el volcán Socompa, en el desierto de Atacama y a una altura de 5.800 metros, una comunidad de microorganismos que viven gracias al dióxido de carbono (CO2), agua y metano, algo parecido a las condiciones de Marte.
En el lago Untersee de la Antártida, una expedición de científicos rusos, austríacos y estadounidenses encontró microorganismos nadando  en aguas alcalinas como el cloro y respirando metano. Lo mismo que podría hallarse en una luna como Titán.

Que el agua líquida es de lo poco indispensable para que la vida prospere, lo demostraría también este casi increíble hecho: en 2005 se hallaron bacterias congeladas en un túnel de hielo de Alaska que fueron “volviendo a la vida” a medida que este se descongelaba. Ellas entraron a hibernar cuando reinaban los mamutsy los seres humanos ni siquiera poblaban América... ¡hace 32 mil años!

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media