Aunque en el universo haya billones y billones de estrellas y planetas, estas enormes masas apenas suman el 4% de toda la materia que existe. El otro 96% lo forman las enigmáticas energía y materia oscura. Ese escaso 4% es de todos los átomos del cosmos, del que estamos hechos todos: los soles, los planetas, las plantas, los animales y las personas.

Cada átomo de nuestro cuerpo formó parte antes de soles que agotaron su vida y estallaron. Como escribió Carl Sagan: “El nitrógeno de nuestro ADN, el calcio de nuestros dientes, el hierro de nuestra sangre, el carbono de nuestras tartas de manzana se hicieron en el interior de estrellas que colapsaban”.

Incluso podría ser que nuestra mano izquierda esté hecha de átomos de una estrella y la derecha de otra.

La materia prima del ADN de nuestro cuerpo es exactamente igual a la de todos los demás seres vivos del planeta.

La secuencia en la que está organizado el ADN es lo que hace únicos a cada especie y a cada individuo que hay en la naturaleza.