Jari Sarasvuo, un periodista finlandés con más de 20 años de experiencia en la televisión, fue despedido luego de realizar un debate entre algunos intelectuales influyentes de Finlandia, que discutieron acerca de la situación política que se vive en Ucrania.

Son varios ya los casos de periodistas que han denunciado agresiones y que informan que trabajan bajo riesgo por dedicarse a reportar sobre la situación política de la exrepública soviética.

El caso de Sarasvuo, uno de los más recientes, ilustra la forma en que se aplica la censura cuando se intenta hablar sobre lo que sucede en Ucrania.

Entre las figuras que visitaron su programa se encontraban Timo Harakka, un conocido escritor y político finlandés, y Johan Beckmann, un opositor de la gestión de la junta de Kiev que estuvo en Crimea como observador del referéndum que decidía si la región volvería a formar parte de Rusia.

Harakka se refirió al actual gobierno de Ucrania como la “junta neonazi de Kiev”.

En términos parecidos habló Beckman, quien acusó al canciller de Finlandia de apoyar al gobierno de Ucrania, luego de hacer un llamado en vivo a “la liberación de Europa de la junta fascista”.

Por este debate televisado, el canal 4 de Finlandia, Sanoma, canceló el programa de Sarasvuo, al que le quedaban todavía 6 emisiones más. Según el periodista, no recibió explicaciones de parte del canal.

El medio sostiene que la cancelación se debe a bajos niveles de audiencia. Pero según Rusia Today, Beckman opina en un comunicado que "es más probable que el despido de Sarasvuo sea un pedido de la Embajada de EE.UU. en Finlandia”, pues cree que "EE.UU. financia y apoya a la junta fascista de Kiev”.