Israel es reconocido en el mundo por ser un país pequeño sin mayores recursos naturales, pero con una enorme capacidad de producir alta tecnología en ámbitos como el militar o el de riego y donde el talento humano genera conocimiento e innovación permanentemente. En ese país se destina el equivalente al 4,5% del producto interno bruto (PIB) a la investigación y al desarrollo (I+D), el porcentaje más alto del mundo. En Ecuador esa cifra alcanzó el 0,35% en 2011, según datos de la Encuesta de Actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Jonathan Peled, director del Departamento Económico de la Cancillería israelí para América del Norte, Latinoamérica y África, está de visita en el Ecuador para explorar posibilidades de ampliar la relación bilateral tanto en materia comercial como en cooperación, también buscará establecer enlaces que permitan al país conocer la experiencia de Israel en el desarrollo de ciencia y tecnología. Según el funcionario esa información podría serle útil al Ecuador en su búsqueda por cambiar la matriz productiva.

Jonathan Peled nació en Jerusalén. Estudió Ciencias Políticas y Economía en la Universidad de Tel Aviv. Fue embajador en El Salvador y vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. Ocupó cargos diplomáticos en Turquía y Argentina.

¿Cómo están las relaciones comerciales entre los 2 países?

Lamentablemente el intercambio comercial no es muy alto. Estamos hablando aproximadamente de $ 40 millones en comercio, unos 36 son de exportaciones de Israel al Ecuador y solamente $ 4 millones de importaciones. Exportamos maquinaria y equipos electrónicos, y de Ecuador importamos frutas y productos agrícolas. No estoy aquí para firmar acuerdos de libre comercio ni traer inversiones enormes, sino para establecer un enlace.

¿Con qué autoridades se va a reunir y qué tipo de propuestas planteará?

Estamos muy entusiasmados por la visita del presidente Rafael Correa a Israel en algún momento durante este año, pero mi análisis hasta ahora es que no hemos aprovechado lo suficiente el potencial de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países. Este volumen de intercambio comercial que mencioné es muy bajo, por lo tanto me voy a entrevistar con algunas autoridades económicas y de comercio del país y otras autoridades del Gobierno.

Yo caracterizaría mi estadía aquí, en estas pocas semanas, como una visita de estudio para entender mejor cuáles son las posibilidades, las oportunidades para el mundo empresarial israelí en Ecuador porque nuestra responsabilidad como representantes del Gobierno es hacer llegar más información de lo que sucede en este país a los empresarios israelíes.

¿En qué ámbitos encuentra potencial para una mayor cooperación y cómo miran el desempeño de la economía ecuatoriana?

Ecuador está muy bien situado en América Latina. Israel tiene estrecha relación con Colombia y Perú, y nos parece lógico que tengamos también una relación abierta y profunda con Ecuador. Vemos a un país con un gran potencial económico.

De otro lado, Israel es un país pequeño, no podemos competir con los grandes países de Europa o con China, pero sí podemos ofrecer y queremos ofrecer la tecnología y el conocimiento israelíes, cosas que nos parecen de mucha importancia para el Ecuador y a las que el país necesita tener acceso.

Queremos establecer un enlace para saber en qué sectores podría haber necesidad de tecnología israelí, como por ejemplo, en agricultura, manejo de riego y otros ámbitos que voy a ir descubriendo durante mi estadía. Al mismo tiempo queremos hacer llegar más información de lo que está sucediendo en Ecuador al mundo empresarial israelí.

Creo que uno de los desafíos que tenemos hoy es enfrentar la falta de mutuo conocimiento sobre las posibilidades en cada país en el ámbito económico y comercial, y mi tarea es volver a Israel y poder exponer las posibilidades e incentivar al mundo empresarial israelí para que venga acá.

El presidente Correa ha elogiado en varias ocasiones la tecnología israelí, y el alto valor agregado de su producción, ¿cómo logró eso un país como Israel que es pequeño y tiene escasez de recursos naturales?

Israel es un país pequeño, creo que tenemos la superficie de la provincia de Orellana y más o menos la mitad de los habitantes de Ecuador. Nos faltan recursos naturales y eso nos ha obligado a desarrollar el único recurso que tenemos que es el humano.

Hemos invertido muchísimo, incluso antes de la creación del Estado de Israel, en institutos académicos, en educación y desarrollo del conocimiento. Esto junto a nuestras necesidades de invertir mucho en la defensa del país, nos ha ayudado a crear una economía muy dinámica basada en el conocimiento y en la innovación tecnológica, y a buscar otra manera de ser productivos.

Empezamos con productos agrícolas y, poco a poco, hemos avanzado en alta tecnología. Actualmente somos uno de los exportadores más importantes del mundo de alta tecnología en sectores como riego, agrotecnología y seguridad cibernáutica.

También hay que mencionar que gozamos de un espíritu de emprendimiento muy fuerte y el Gobierno ha dado incentivos al sector privado para desarrollar tecnologías e impulsar nuevas ideas.

En resumen, la mezcla de un espíritu de emprendimiento, la falta de recursos naturales y las necesidades en materia de defensa han llevado a crear un ‘ecosistema’ israelí -como yo lo llamo- de alta tecnología, conocimiento e innovación, y esto queremos compartirlo con Ecuador, de Gobierno a Gobierno, y también en el mundo privado empresarial.

Hoy en día, por ejemplo, no hay una empresa multinacional que no haya establecido un centro de investigación y desarrollo en Israel por reconocer el talento humano y este espíritu de emprendimiento que tenemos.

Se puede decir que somos pocas personas, pero muy creativas y sin miedo de fracasar. Considero que ese es un componente de nuestra cultura que nos distingue de otros: no tener miedo de fracasar, tomar riesgos aunque no tengamos éxito.

¿Cuánto representan y cuánto aportan la tecnología y la ciencia a la economía de Israel?

Tenemos una economía muy dinámica basada en la innovación tecnológica y el conocimiento. Le menciono algunas cifras: el 4,5% del PIB está destinado a investigación y desarrollo, la inversión más alta en el mundo. Exportamos alrededor de $ 90 mil millones al año de los cuales 50% es alta tecnología con 2 mercados importantes: Estados Unidos y la Unión Europea. Tenemos 3 500 startups (empresas de reciente creación y con grandes posibilidades de crecimiento) por año.

Tenemos una inversión extranjera directa de más de $ 11 000 millones al año. Unas 264 empresas transnacionales tienen presencia en Israel, algunas como Google, Facebook y otras adquieren unas 80 compañías israelíes al año. Además, en Nasdaq (bolsa del mercado tecnológico) Israel ocupa el tercer lugar por el número de empresas presentes, después de Estados Unidos y China.

Al Gobierno ecuatoriano le interesa producir tecnología y conocimiento, ¿Israel en su afán de cooperación está dispuesto a transferir tecnología?

Ponemos mucho énfasis en la cooperación en investigación y desarrollo. Ningún país quiere regalar su propiedad intelectual. Lo que sí nos interesa mucho, y aquí veo una gran posibilidad, es lograr aumentar la cooperación en desarrollo e investigación en ciertos ámbitos que son beneficiosos para ambos lados.

Uno de los desafíos que tenemos hoy es enfrentar la falta de mutuo conocimiento sobre las posibilidades en cada país’.

‘La visita del presidente Rafael Correa (a Israel) va a ser una buena oportunidad para que tenga la posibilidad de ver y aprender lo que hacemos en tecnología e innovación’.
Por ejemplo, con el conocimiento israelí y con el conocimiento ecuatoriano se pueden desarrollar tecnologías y después se puede dividir (el resultado en beneficios de) la propiedad intelectual entre ambos países. De esta manera, Ecuador también puede salir beneficiado al contar con tecnología que fue desarrollada en conjunto con Israel.

Estamos dispuestos con mucho gusto a mostrar cómo funciona el sistema israelí y, en ese sentido, la visita del presidente Correa va a ser una buena oportunidad para que tenga la posibilidad de ver y aprender lo que hacemos en materia de tecnología, innovación y conocimiento. Cada país tiene sus características únicas, no se puede hacer ‘copy-paste’ de lo que están haciendo, por ejemplo, Singapur o Israel, pero creo que la idea general es ir conociendo, ir aprendiendo para después adoptar ciertos elementos de la experiencia israelí.

Esa es la idea, que Ecuador pueda aprender para después adoptar ciertos elementos de nuestra experiencia. También podría comprar tecnología y establecer cooperación en investigación y desarrollo para beneficiar a ambas partes.

Y del otro lado, ¿Ecuador qué podría ofrecerles, qué les interesa?

Ecuador exporta productos en los que tenemos interés y en la actualidad no están siendo lo suficientemente aprovechados, por ejemplo, frutas. De otro lado, la parte energética también es muy importante para nosotros, creo que es un sector en el que deberíamos explorar posibilidades porque queremos aprender. No tenemos petróleo, pero hace poco descubrimos yacimientos de gas natural. En ese sector quizás podríamos aprender de la experiencia ecuatoriana.

En fin, lo importante es tratar de descubrir qué otras posibilidades existen y abrir el mercado de un país que no es lo suficientemente conocido en Israel.

Cuando el presidente Rafael Correa visite su país, ¿qué le sugeriría incluir en su agenda?

El Presidente va a decidir cuándo viajará a Israel y qué hará. Lo que nosotros podríamos sugerir es que visite algunas empresas de alta tecnología establecidas en Israel, que visite centros de investigación, centros científicos y tecnológicos, universidades, incubadores tecnológicos -que tenemos muchos-.

También podría ver cómo trabajan más de 260 multinacionales como Google, Facebook, Motorola o cualquier compañía grande que tenga un centro de investigación en el país. Y, por supuesto, podría escuchar de nuestro Gobierno cuáles son las políticas que se plantean para incentivar la innovación y la industria de la tecnología.