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El ascenso de China: todos miran a Asia durante “La Gran Transición”

El ascenso de China: todos miran a Asia durante “La Gran Transición”
16 de diciembre de 2013 - 00:00

ocos dudan de que tras la crisis internacional esté configurándose un nuevo orden mundial que se podría resumir en la pérdida del poder hegemónico de Estados Unidos. En ese contexto, China acapara las miradas de todo el planeta, no solo porque sigue creciendo a tasas altas -aunque en desaceleración-, sino porque su relación comercial y financiera es cada vez  más amplia y cercana a países de todas P las latitudes y signos políticos.

Algunos hechos de 2013, especialmente en esos 2 países, fueron determinantes para el desempeño y el rumbo de la economía  mundial. Según perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI), en este año, “la economía mundial ha  comenzado nuevamente una transición. Las economías avanzadas se están fortaleciendo gradualmente. Al mismo tiempo, el crecimiento de mercados emergentes se ha desacelerado.

Esta confluencia está generando tensión, y las economías de mercados emergentes se enfrentan al doble
reto de la desaceleración y el endurecimiento  de las condiciones financieras”.

No solo el FMI habla de ‘transición’, desde otra perspectiva, analistas como Juan Fernando Terán, docente de Políticas Económicas Aplicadas de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) habla de que el mundo está atravesando “el momento de ‘La Gran Transición’. Incluso hay autores que denominan a esta década ‘La
Transición Hegemónica’. Es decir, estamos viviendo el declive de Estados Unidos y el ascenso de China como poder global”.

Al mirar algunos datos se observa la diferente suerte de estas 2 potencias. Estados Unidos creció 1,8% en 2011 y 2,8% en  2012; en 2013 crecería 1,5% y para 2014 se espera un crecimiento de 2,5%. China, de su lado, registró tasas de 9,2% en 2011;  y de 7,7% en 2012; 7,6% se espera para 2013 y 7,5% para 2014, según cifras de un informe del FMI de octubre de 2013 y de la Comisión Económica para América Latina 
y el Caribe (Cepal) (gráfico 1). 

 16-12-13-regionaes-paises-escogidos

En relación al poder de la moneda a nivel  mundial, China también gana terreno mientras la política monetaria de Estados Unidos de emisión de dólares -para hacer frente a la crisis-, ha generado que su moneda se deprecie, lo que influye en el peso del dólar como divisa de reserva internacional y de comercio mundial.



“Este año, el 8,7% de las transacciones comerciales globales se hicieron en la moneda china, el renminbi o yuan chino, no es mucho, pero 2 años atrás era apenas el 1,9% y en ese tiempo la utilización de la moneda china se incrementó 3%  cada año. Por otro lado, en 1999, cuando empezó a circular el euro, el 98% de las
transacciones se hacían en dólares y hoy se utilizan para el 81% y sigue en descenso. 

Se ve una transición de una potencia a  otra que se expresa en el uso de la moneda, en el control de las deudas externas y  en las tendencias de los flujos de comercio internacionales”, dijo Terán.

71 800 millones de dólares fue el valor al que ascendieron las exportaciones de América Latina y el Caribe con China en 2010.


“China está en proceso de convertirse en la primera economía mundial y esto altera todo el panorama europeo, norteamericano, latinoamericano y demás”, indicó.

Ernesto Vivares, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en el trabajo ¿Dos regionalismos  o dos Latinoaméricas? recoge las diferentes interpretaciones que se dan sobre el rumbo del orden internacional en crisis y en cambio. “Para unos estamos frente al ascenso de un mundo multipolar, un
G20 más regiones, cuyo desafío pasa por la redefinición del multilateralismo. Otros aducen que avanzamos hacia una creciente interdependencia y complementariedad entre 2 hegemonías, Estados Unidos y China… Y finalmente, quienes consideran que avanzamos hacia un mundo con un nuevo y potencial conflicto internacional basado en la Chimérica o el eje Estados Unidos-China”, del cual surgirá una nueva hegemonía internacional por conflicto y la hegemonía que alineará al resto.

La mayor influencia de China, específicamente en América Latina, pasa por cuestiones claves como el crecimiento de las exportaciones hacia ese país. Sandra Manuelito, de la División de Desarrollo Económico de la Cepal describe ese escenario. 

China, que se integró a la Organización Mundial del Comercio (OMC) recién en 2001, “es un socio importante
para la región. Si bien es cierto, en el caso de China, la tasa de crecimiento se ha ido desacelerando, no hay que perder de vista que la economía china es bastante más grande de lo que era 5, 6 o 7 años atrás. Aunque hay una desaceleración de la tasa de crecimiento igual sigue habiendo una demanda importante de commodities exportados por la región. En ese sentido, aquellos países para los cuales China es un socio importante para su comercio exterior se han beneficiado del continuo dinamismo de esa economía”, que demanda gran cantidad de alimentos, energía, metales y minerales.

Ese país “continuará siendo el principal impulsor de la economía mundial”, según estima la Cepal. 
Las exportaciones desde América Latina y el Caribe hacia China crecieron un  51% en 2010, casi duplicando el crecimiento de estas con el mundo y con la  propia región, menciona la Cepal en el informe La República Popular China y América Latina y el Caribe. Hacia una nueva fase en el vínculo económico y comercial.

22,9% del total de la deuda de Estados Unidos, que suma poco más de $ 17 trillones, es con China.

De otro lado, las importaciones provenientes de China aumentaron un 48%, superando por más de 15 puntos a las totales y por más de 20 a las de Estados Unidos y Europa. El mercado chino es el primer destino para las exportaciones de Brasil y Chile, y el segundo para Costa Rica, Cuba, Perú y Venezuela.

En otro caso, en la relación con Norteamérica, China también cambió las reglas del juego. Enrique Dussel y Kevin Gallagher ilustran en un estudio la llegada de los chinos para establecer relaciones comerciales con los miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) y lo llaman “el huésped no invitado” que logró la desintegración del comercio intrarregional porque fue ganando espaciosen las relaciones comerciales, por separado, con Canadá, Estados Unidos y México, desplazando a los mismos socios. 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) estimó en marzo de este año que China se convertirá  en la mayor economía del mundo en 2016, superando a Estados Unidos, en términos de poder adquisitivo.

China está en proceso de superar a Estados Unidos como potencia económica mundial. Las cifras macroeconómicas, las relaciones comerciales con el mundo y su cada vez mayor influencia lo confirman.


Una aplicación desarrollada por la revista británica The Economist permite proyectar el año en el que China rebasaría a Estados Unidos en base a la tasa de crecimiento, la de inflación y la apreciación de la moneda.

Con las cifras actuales,  2019 sería el año clave. Las reformas económicas iniciadas en China en 1979, dieron sus frutos y “representan el proceso de industrialización y de urbanización más intenso que haya conocido la humanidad”, afirma la Cepal. Y el proceso sigue en marcha con el XII Plan Quinquenal para el Desarrollo Económico y Social (2011-2015) y las reformas aprobadas por el Partido Comunista el mes pasado, destinadas a un desarrollo basado en el consumo interno, más sustentable y con mayor cohesión social.

En la otra cara de la moneda, Estados Unidos está viviendo una “convalecencia asistida”, explica Terán.
“Existe una recuperación económica pero sus fundamentos son bastante frágiles y no estructurales. La política de ‘flexibilización monetaria’ reactiva coyunturalmente la economía estadounidense pero a costa de debilitar el predominio del dólar como moneda de reserva internacional. En cambio, lenta pero simultáneamente, la moneda china está adquiriendo mayor aceptación y circulación”, dijo.

A eso se suma la cuestión de la deuda. La de Estados Unidos representa 102% del PIB, mientras la de China un  26%. Del poco más de $ 17 trillones de la deuda estadounidense, casi el 23% es con China (el 21% con Japón y el resto corresponde a otros países). Esta composición de la deuda contribuyó implícitamente a exacerbar las posiciones de los congresistas estadounidenses al momento del debate de la ley del presupuesto, un hecho que puso en jaque a la administración de Barack Obama durante buena parte de este año.

“China tiene importancia en todo el mundo. Financia al Tesoro estadounidense y si financia a Estados Unidos es  comprensible que financie a Latinoamérica”, declaró el ministro Coordinador de Política Económica, Patricio Rivera.

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